Se amplía en Italia la polémica sobre cristianismo y marxismo
La presidencia de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) difundió por sorpresa un comunicado sobre la responsabilidad de los católicos en la política, bajo el título «Incompatibilidad de la profesión de la fe cristiana con la adhesión al comunismo marxista.»
Casi al mismo tiempo en que se difundía este comunicado el padre jesuita Bartolomé Sorge director de la revista Civitta Cattolica y, consejero privado del Papa hablando a los alcaldes de la región del Piamonte admitía la «honestidad y lealtad» de Berlinguer, apreciaba su «esfuerzo sincero de cambio» y recordaba a las Iglesias locales que «no se encastillen en posiciones anacrónicas y defiendan principios y no cadáveres».Sorge, no obstante, quiere de Berlinguer mayor claridad: no es suficiente no profesar la ideología materialista-marxista, es necesario hablar de la aplicación de la doctrina marxista, cosa que no hace el secretario comunista; no se sabe si la religión es reconocida como una dimensión esencial del hombreó sólo como un medio funcional. a nivel político, para instaurar el socialismo; Berlinguer, al defender la autonomía regional de la asistencia y la instrucción, no escapa a la acusación de apoyarse en una «ideología totalizante». Sorge no defiende el privilegio de los católicos, ni de nadie, sino la eficiencia de la iniciativa privada.
La intervención del padre Sorge ha sido interpretada como en abierta polémica con el reciente ataque del arzobispo de Florencia, Giovanni Benelli a la descentralización regional y al «Estado colectivista y marxista» que se estaría implantando en Italia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.