Los grandes partidos vascos buscan un acuerdo paralelo al de la Moncloa
Representantes de UCD, PNV, PSOE y PC de Euskadi han celebrado en Bilbao la primera de una serie de reuniones en la que estos cuatro partidos, dentro de un espíritu paralelo al «pacto de la Moncloa», tratarán de llegar a acuerdos básicos sobre la política a seguir en el País Vasco.
Una vez más se refuerza así la bipolaridad que preside desde hace muchos meses la vida política de Euskadi. Mientras las cuatro fuerzas citadas tratan de potenciar su imagen de partidos «de orden», la izquierda busca su propio espacio ante las ya próximas elecciones municipales a través de la formación de un amplio bloque que evite el fracaso del 15 de junio.Catorce formaciones políticas participan en este empeño. Las catorce insisten en su voluntad unitaria, si bien todavía parecen excesivas las diferencias que les separan. Aparte de las reuniones bilaterales que se están prodigando en las últimas semanas, ha habido ya tres encuentros de estas catorce siglas. En Vergara se habló del régimen preautonómico y se comprobó que las posiciones no sólo eran distintas, sino muchas veces contradictorias. En Hernani los asistentes se limitaron a una declaración de intenciones acerca de la unidad y en Echarri-Aranaz, el pasado lunes, cada partido trata de fijar sus puntos mínimos, comprometiéndose a participar en un debate conjunto.
Tal vez es ElA (Partido para la Revolución Vasca) la formación que contempla este proceso unitario con mayor optimismo y la que, sin duda, ha tratado de dinamizarla con un empeño mayor. Dirigentes de este partido confían en que el próximo miércoles pueda alcanzarse un acuerdo inicial de toda la izquierda sobre las siguientes bases: legalización de todos los partidos, derogación de las leyes franquistas, libertades públicas y amnistía total; delimitación del pacto al marco territorial de Euskadi Sur; autogobierno del País Vasco con los tres poderes clásicos, gestión municipal democrática; ley electoral democrática y voto a los dieciocho años, papel de la asamblea de municipios vascos en la elaboración del estatuto de autonomía; orden público dentro de la situación autonómica, y medidas antioligárquicas.
El nuevo secretario general de ElA, Marlo Onaindía, uno de los extrañados por el Gobierno español a Bélgica el pasado mes de mayo, declaraba ayer a EL PAIS que «el momento político es muy favorable a la unidad de la izquierda, porque cada uno se ha convencido ya de que no sirve de nada ir en solitario»
Dentro de la propia izquierda abertzale, HASI (Partido Popular Socialista Revolucionario) piensa, sin embargo, que la unión de la izquierda exigirá un proceso mucho más largo y que algunos partidos que hoy toman parte en las reuniones se descolgarán. HASI plantea como puntos mínimos para la formación de este bloque el que ningún partido acepte un régimen preautonómico en el que se excluya a Navarra y que haya también un rechazo unánime del proyecto elaborado por PNV y PSOE.
Esa coherencia es cuestionada hoy, dentro de¡ bloque, por el Movimiento Comunista de Euskadi (EMK) el cual estima que no ha habido todavía ninguna propuesta seria para formalizar un programa mínimo en el que todos puedan estar de acuerdo.
La falta de acuerdo entre las fuerzas que toman parte en estas conversaciones destaca aún más si tenemos en cuenta un comunicado hecho público ayer por LKI (Liga Comunista Revolucionaria) en el que se señala que el objetivo central para las elecciones municipales es conseguir una mayoría obrera en los ayuntamientos y que desde la base de esta mayoría se podría plantear una alternativa obrera de poder consistente en la formación de un Gobierno PSOE-PCE.
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