Es urgente la reconversión de la construcción naval

El exceso de capacidad de los astilleros españoles se traduce en una infrautilización de los mismos, en un crecimiento insoportable de las cargas financieras y origina una situación crítica cada vez más grave. En estos términos comenta el boletín del departamento extranjero del Banco Hispano el momento por el que pasa a construcción naval. En el comentario se reclama la urgencia de una política de reestructuración a fondo del sector que suponga una reconversión progresiva de las actuales inversiones e instalaciones para adecuarlas a las características de la demanda de buques en !a próxima década.Dentro de esta política de reestructuración se debe tener en cuenta, según el informe, la eliminación de las líneas de producción que no sean rentables ni tengan perspectivas razonables de serio, la consolidación y racionalización de aquellas que sean rentables, adecuando su dimensión, capacidad y el desarrollo de las mismas, y la diversificación del sector hacia ramas de producción hasta ahora no abordadas.

Hay que destacar que en la construcción naval se ha producido en los últimos años una fuerte expansión de la actividad exportadora nacional. que llevó a España a ocupar el tercer lugar del mundo, después de Japón y Alemania, en cuánto a tonelaje exportado en el pasado año 1973.

La crisis de la energía supuso una inversión en la tendencia expansiva de este sector y marcó el comienzo de la crisis del mismo. España, que no había desarrollado tecnologías importantes ni diversificado su producción, quedó cogida en el medio de la crisis y las pérdidas en las empresas, mayoritariamente públicas, aparecieron a partir del ejercicio 1975.

Mientras en 1973 el 55 % de los pedidos a los astilleros españoles eran de clientes extranjeros, en 1976 este porcentaje quedó reducido al 24 %. La cuota española de mercado de exportación se redujo también en el mismo período del 7,2 % al 3,2 %.

La crisis ha afectado fundamentalmente a los buques de gran tonelaje de poca tecnología, que eran precisamente los que registraban mayor actividad en los astilleros españoles.

En estos momentos, la crisis del sector es tan profunda que los conflictos sociales que puede desencadenar inciden poderosamente sobre cualquier plan de reestructuración, que, al no haberse abordado hace un par de años, tendrá que hacerse ahora con mayor coste y riesgo.