Ultimátum conjunto de los secuestradores de Sechleyer y del avión alemán
Si mañana a las nueve de la mañana, hora española, los once detenidos del grupo terrorista alemán Baader Meinhoff y dos palestinos que cumplen cadena perpetua en Turquía no son liberados, los 91 pasajeros del avión de Lufthansa -entre los que hay ocho españoles- secuestrado sobre territorio francés y desviado a Roma, Chipre y los emiratos árabes, así como el dirigente patronal germano Hans Schleyer, serán pasados por las armas. Tal es el ultimátum emitido ayer por los activistas que sobre el aeropuerto de Dubai mantienen el avión Boeing 737 herméticamente cerrado y sin posibilidad alguna de acceso exterior.
A primera hora de la noche de ayer el avión permanecía estacionado sobre la pista de aterrizaje del aeropuerto de Dubai, donde llegó durante la madruga da para repostar combustible. Alrededor del aparato, cuyas puertas se encontraban herméticamente cerradas, la policía mantenía una discreta vigilancia, después de que los secuestradores abrieran fuego sobre unos ín pleados que acudían al avión para asear su interior.Mientras tanto, en la capital alemana, en Estambul y en la ciudad helvética de Ginebra, se realizan gestiones tendentes a conseguir la liberación de los secuestrados, que únicamente regresarán a sus puntos de origen si las autoridades de Alemania Federal liberan a once Miembros del grupo activista Baader Meinhoff, con Andreas Baader a la cabeza, y a dos palestinos que cumplen cadena perpétua en Turquía por asalto armado.
Por su parte, el mediador ginebrino Dennis Payot señaló que el secuestro del avión y de sus pasajeros se encuentra directamente enlazado con la acción realizada por el comando Sigfred Haussner contra el dirigente patronal Hans Schleyer, al que mantiene secuestrado desde el pasado día 5 de septiembre.
Todas las hipótesis señalan que los 91 pasajeros del avión, así como el propio Schleyer, serán pasados por las armas después de las nueve de la mañana del domingo próxitno de no cumplirse las exigencias de los secuestradores, entre ellas, una suma de quince millones de marcos, además de 100.000 más para cada uno y un vuelo que los deposite en cualquier aeropuerto del Vietnam, Somalía o Yemen del Sur.
Existen todavía puntos oscuros en torno a la identidad de los secuestradores, al parecer dos hombres y dos mujeres que hablan árabe e inglés, y a los que capitanea un activista que se autodenomina capitán - Walter Mohamed. En círculos periodísticos germanos se interpreta el secuestro como un acto de solidaridad de activistas palestinos con el grupo Baader, aunque la Organización para la Liberación de Palestina y distintas personalidades diplomáticas libanesas han manifestado desconocer a los asaltantes del avión, agrupados en una extraña organización titulada Agrupación para la Lucha contra el Imperialismo Mundial.En círculos políticos de la capital germano-federal, el envío a Chipre de un avión sin pasajeros se interpreta como un hecho que anticipará el desenalce, al tiempo que se especula con un cam bio de actitud de las autoridades alemanas, que se hallarían próximas a ceder ante las exigencias de los secuestradores.
Según una información difúndida desde una emisora germana, el primer ministro turco, Demirel, se habría mostrado proclive a la liberación de los dos palestinos.
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