El Senado aprobó íntegramente su Reglamento
El Pleno del Senado terminó ayer la aprobación de su reglamento. Durante la sesión de la mañana, los trabajos, que incluyeron el debate de más de cien artículos, cobraron una considerable agilidad, en razón de la sesión conjunta de las cinco de la tarde con el presidente de México, y para que la Cámara pudiese estudiar por la tarde el proyecto de amnistía aprobado en el Congreso por la mañana.La sesión se inició a las diez de la mañana con la aprobación de los artículos 39 a 80 sin debate dado que no se habían presentado enmiendas. Sobre este último se planteó un voto particular del Grupo de Socialistas y Progresistas Independientes (PSI) en el sentido de que las votaciones nominales se realizasen a petición de veinticinco senadores y no de cincuenta, como preveía la ponencia. La enmienda fue derrotada.
Los títulos ocho y nueve fueron aprobados tal como proponía el dictamen.
Posteriormente, se debatió el voto particular presentado por los grupos socialistas y progresistas y socialistas independientes, en el que se contenía la regulación del voto de censura al Gobierno y la propuesta de acusación. Al defender los cuatro nuevos artículos que se pretendía incluir, el senador Villar Arregui insistió en que es un tema cuya mención no puede sustraerse al reglamento del Senado.
En su intervención en contra, el senador Jiménez Blanco, de UCD, argumentó que la proposición intentaba introducir por la puerta falsa algo que ya había regulado el Congreso a propuesta del Gobierno y también que la oposición al poder debe ser crítica, pero no obcecadamente crítica.
Por su parte, Francisco Ramos, por los socialistas, contestó que fue el Gobierno quien pretendió introducir por la puerta falsa una norma que encajaría más bien en los reglamentos y en la Constitución y pidió al señor Jiménez Blanco refiriéndose a la obcecación en la crítica, que no pensara que a su izquierda sólo hay irresponsabilidad. Después de un largo debate sobre la conveniencia o inconveniencia del voto particular, fue rechazada la regulación del voto de censura, y posteriormente la de propuesta de acusación.
Joaquín Navarro defendió la última enmienda, también socialista y del PSI, que pedía la publicidad general de las sesiones de las comisiones, frente al texto del proyecto que las declaraba cerradas. El voto particular fue finalmente derrotado, después de un largo debate, en el que los partidarios del dictamen argumentaron principalmente sobre la necesidad de sosiego y tranquilidad en las discusiones, mientras los favorables a la enmienda hablaron de la conveniencia de que el pueblo presencie directamente los trabajos.
Finalmente, la enmienda fue rechazada, no sin que un representante de UCD garantizase a los periodistas que cubrían el pleno que su presencia en las comisiones, contemplada en el proyecto, estaba garantizada por lo que a su grupo respecta.
Con esta discusión se llegó a la aprobación de los últimos artículos y las disposiciones adicionales, dándose por aprobado el reglamento.
