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Industria tiene ya ultimado el programa energético

La determinación de dónde se incorporará la nueva empresa nacional que coordinará los intereses del sector público en el mundo del petróleo, la definición, de una alternativa para el control más riguroso del sector eléctrico y la fórmula de presentación a las Cortes de la opción nuclear, constituyen los puntos más importantes -aún no resueltos- del programa energético ya ultimado por el Ministerio de Industria y que en breve plazo se presentará al Gobierno y al Parlamento.

Los programas energéticos que complementarán el plan económico y que deben presentarse a las Cortes y entrar en vigor antes de que finalice el presente año están ya ultimados a nivel técnico en el Ministerio de Industria, pendientes únicamente de completar la formulación legal de los mismos y optar por las diferentes alternativas políticas que se han planteado.Desde la toma de posesión del nuevo equipo Oliart en el Ministerio -ahora llamado de Industria y Energía-, un grupo de expertos del propio departarnento y de empresas públicas y privadas vinculadas al sector han preparado estudios completos de las diferentes opciones para abordar la política energética que el país precisa desde el año 1973 y que hasta ahora no ha sido planteada seriamente.

El ministro se encuentra ahora con una serie de alternativas sobre las que formular la nueva política que tendrá que ser aprobada por el Gobierno y en algunos dé sus aspectos más sobresalientes por el Parlamento.

Este programa se concreta en un plan energético elaborado con la perspectiva de una década (1977-87), para la que se estiman los consumos y se formulan objetivos. El énfasis del plan se pone en esta ocasión en la moderación de los consumos energéticos y la reducción de los mismos en cuanto a su incidencia sobre el producto interior bruto (PIB). Por otro lado, se insiste en la necesidad de una política de conservación de la energía que se practicará fundamentalmente por vía de una estructura racional de los precios.

Estos objetivos suponen un cambio radical con respecto a los planteados en el plan energético de 1973, único realizado hasta ahora, en el que se hacián las previsiones en base a las demandas del consumo sin entrar en consideraciones económicas de tipo general acerca de lo que el plan suponía para la balanza de pagos, una asignación adecuada de los recursos a las necesidades y objetivos de política económica.

Por esta vía se concluye en el nuevo plan que en las próximas décadas se conseguirá una importante reducción de las necesidades energéticas sobre las previsiones del de 1973. Esta reducción llega al 20% al final del período considerado.

Esta conclusión supone importantes novedades en el programa energético entre las que hay que destacar una sensible reducción del programa nuclear actualmente en fase de realización, aunque con cierto retraso sobre las previsiones actuales. Igualmente, se contempla un programa de estímulo al consumo de las fuentes énergétipas autóctonas.

Ordenación del sector petróleo

Al margen del plan, el Ministerio tiene ultimados una serie de proyectos reordenadores de los distintos subsectores energéticos petróleo, electricidad, con especial referencia a la opción nuclear, carbón y uranio.En el sector petróleo la decisión ya tomada es la concentración de todas las empresas en que participa el Estado en un ente del petróleo, que integre verticalmente todas las tablas, desde la prospección a la comercialización. Esto supone coordinar en un holding de nueva creación las empresas Campsa, Enpetrol, Hispanoil, Eniepsa, Petroliber, Butano, Asesa, parte de Elcano y parte de Petronor. Aún no se ha decidido la estructura empresarial del nuevo ente ni su ubicación concreta dentro del Ministerio de Industria. La alternativa planteada es si se incorporará como división integrada dentro del INI o como entidad al margen de éste.

En cualquier caso, ello será remitido, en forma de proyecto de ley, para un examen y aprobación, al Congreso.

Coordinación eléctrica

En el sector eléctrico, descartada la nacionalización por razones económicas y estratégicas, el objetivo se centra en conseguir una mayor coordinación real en su actividad, planificación de sus inversiones, producción y distribución y presencia más activa del sector público a la hora de definir los objetivos.En el campo nuclear se pretende presentar de forma completa esta opción a las Cortes, para que los grupos parlamentarios, como representantes de la soberanía nacional, decidan si el país adopta opción en este campo. Paralelamente y por vía administrativa se tratará de dar una estructura y unos medios más adecuados a los sistemas de autorización y vigilancia de la Administración en el campo nuclear.

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