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La detención de los fascistas catalanes, primer paso de una operación de gran importancia

Con la detención de Francisco Abagal Esponera son ya doce las personas detenidas en Barcelona con relación al atentado que sufrió la revista El Papus y relacionadas con otras actividades a nivel español e internacional de carácter extremista de derechas. Todas las fuentes oficiales consultadas por EL PAIS reafirmaron que las gestiones policiales continúan bajo la supervisión directa del ministro del Interior, y que son posibles nuevas y sorprendentes detenciones. Por otro lado, fuentes oficiales señalaron que hoy puede hacerse pública una extensa relación de hechos emitida por la policía barcelonesa con relación a todas estas detenciones. Ello no debería ser considerado como el fin de las gestiones judiciales.

El equipo de redactores de EL PAIS obtuvo ayer únicamente en fuentes oficiales y responsables tanto de Madrid como de Barcelona muy numerosas precisiones acerca de la gran trascendencia ya no solamente policial, sino marcadamente política, de las detenciones e investigaciones en curso.Las espectaculares declaraciones extremadamente detalladas y precisas de algunos implicados habrían permitido que la policía tenga ahora en sus manos no solamente la posibilidad de esclarecer totalmente el atentado contra El Papus, sino también la posibilidad de echar definitivamente luz sobre temas delictivos de mayor trascendencia nacional e internacional.

Consultada directamente una alta fuente sobre si se llegaría al extremo que fuese, esta fuente precisó poseer órdenes directas del ministro del Interior en el sentido de que se procediera a la detención de quien fuese. La misma opinión formularon diputados catalanes que recientemente habían mantenido contactos con Martín Villa.

El tema habría llegado a ser de una extrema complejidad. Por ello, la policía seguiría diferentes pistas relacionadas con también diferentes tipos de delitos, tanto de carácter común como de otro orden. Así, la policía investigaría el posible paso clandestino de fronteras por la zona de Andorra, el posible tráfico de antigüedades, divisas, oro y armas de fuego y, desde luego, la tenencia de armas y explosivos.

Con relación a la posible existencia de un tráfico de oro, diversas fuentes oficiosas indicaban la posibilidad de que se pudiera obtener alguna conexión con el robo efectuado en un banco de Niza que fue calificado como el atraco del siglo.

Con relación estrictamente al atentado de El Papus, una nota de la Dirección General de Seguridad ofreció datos muy claros. Decía ésta: «De las declaraciones prestadas por los detenidos, de los efectivos intervenidos y los escritos reivindicando el atentado, se desprende la participación en mayor o menor grado de todo ello en la preparación y ejecución del atentado. Según estas pruebas, Juan José Bosch Tápies es quien transportó desde Lérida a un bar de Barcelona, propiedad de Juan Carlos Pinilla Ibáñez, los seis cartuchos de dinamita y los dos de goma-2 que fueron utilizados para la confección del artefacto explosivo empleado contra la revista El Papus.

A este particular, EL PAIS puede, añadir, que la intención, que según declararon algunos detenidos, de los autores del atentado no era alarmar ni asustar a los redactores de El Papus, sino atentar directamente contra el conjunto de la plantilla del semanario. Para ello, habían estudiado el momento concreto en que solían abandonar el local, de forma conjunta, y después de haber celebrado una reunión, con lo cual podían efectuar una auténtica masacre en la redacción.

La misma nota oficial de la Dirección General de Seguridad alude a la tenencía ilícita de armas, afirmando que, «practicados los correspondientes registros domiciliarios, se han intervenido, hasta el momento, a José Manuel Macías González una pistola marca Bufallo, calibre 635, y una caja de munición con veinte cartuchos; a Miguel Gómez Benet, una pistola marca Astra, calibre nueve milímetros largo, con tres cargadores, veintitrés cartuchos del mismo calibre y seis cajas de munición para rifle calibre 44, y a Joaquín Agusti Borrás, dos carabinas de perdigones con mira telescópica

Sobre este particular, El Papus puede aportar algunas precisiones. En concreto, la dos carabinas de perdigones citadas por la policía no son en absoluto armas que se hallen en el mercado español. Se trata de carabinas alemanas de gran tamaño y extrema precisión, capaces, según una fuente oficial, «de matar una persona a treinta metros, con la ventaja de que su disparo no causa ruido serían armas ideales para un atentado político».

Respecto a la conexión entre los detenidos y militantes extranjeros de extrema derecha, concretamente italianos, las especulaciones eran ayer muy abundantes en Barcelona. No cabe duda de que los nombres de algunos de estos italianos han sido explícitamente citados en las abundantes declaraciones de los detenidos.

En el terreno de hechos concretos, diversas fuentes extremadamente fiables confirmaron plenamente que varios de los militantes detenidos habían penetrado en el interior de organizaciones sindicales y políticas democráticas y que incluso algunos de ellos se habían infiltrado en organizaciones contrapuestas.

Finalmente, diversas informaciones periodísticas resaltaban el hecho de que un destacado militante de extrema derecha, Alberto Royuela, se hubiera ausentado de Barcelona en el mismo día en que había convocado una rueda de prensa. Sobre el señor Royuela, EL PAIS pudo saber, en fuentes extremadamente fidedignas, que la autoridad correspondiente se había interesado vivamente por uno de sus locales.

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