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Optimismo en la reunión de la Moncloa

Soledad Gallego-Díaz

Las conversaciones entre el Gobierno y los partidos parlamentarios en relación con el programa gubernamental para la superación de la crisis económica que atraviesa el país y que se iniciaron ayer en el palacio de la Moncloa, se desarrollaron de forma positiva, según las impresiones recogidas al término de la sesión, que duró ocho horas aproximadamente. Aunque la reunión se centró exclusivamente en temas económicos, la única decisión adoptada fue, sin embargo, de índole política: la confección de una ley antiterrorista.Para hoy, en que se reanudará la sesión a las diez y media de la mañana, se dejó la articulación concreta del programa gubernamental y los aspectos políticos, puntos relativos a orden público, acomodación de las leyes al nuevo orden democrático, etcétera.

Se ha sabido que el Ministerio del Interior va a presentar a la cumbre cinco grandes temas en materia de orden público. Se trata de una ley especial contra el terrorismo, una nueva ley de orden público, las bases para una futura ley de política nacional, la modificación de la actual regulación del ejercicio de los derechos de reunión y manifestación y una nueva ley sobre el derecho de asociación.

El desarrollo de la sesión de ayer fue expuesto a los periodistas al término de la misma por el vicepresidente para Asuntos Políticos, Fernando Abril Martorell, por acuerdo de todos los asistentes, que han establecido un «pacto de silencio» hasta hoy.

Según Abril Martorell, la reunion se inicio con la intervención del vicepresidente para Asuntos Económicos, Enrique Fuentes Quintana, quien a lo largo de más de una hora expuso algunos de los aspectos, del programa económico gubernamental, calificado por Abril Martorell de «urgente y de excepción». Después intervinieron los líderes de los distintos partidos y, en algunos casos, los técnicos que les acompañaban, a fin de solicitar mayor precisión en determinados puntos.

El índice de la reunión, «útil y provechosa», en palabras del vicepresidente político, fue el siguiente: desequilibrios económicos, objetivos: déficit, inflación, empleo; distribución equitativa del coste de la crisis, aspectos sectoriales de urgencia: política de precios y monetaria, mejoramiento de la calidad de los servicios públicos, reforma fiscal, seguridad social, política de vivienda, urbanismo y educación y mejora.del sistema financiero. Tratamiento específico tuvo el «horizonte de actuación temporal», es decir, la duración del plan economico de urgencia y los plazos de su aplicación, así como situaciones de sectores económicos determinados como el agrícola v el de comercio e industria.

Tras la intervención de los diferentes líderes volvió a hablar el profesor Fuentes Quintana. Fernández Ordóñez, ministro de Hacienda, y Oliart, ministro de Industria, realizaron precisiones sobre los temas de la reforma fiscal y la situación de las empresas, respectivamente.

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