La socialdemocracia aconseja un giro derechista al Partido Socialista francés
«Las dos grandes familias socialistas europeas -el Partido Socialista Francés y la socialdemocracia alemana- deben marchar separadas, pero golpear juntas.» Con estas palabras ha resumido el líder socialista francés, Francois Mitterrand, el sentido de su breve visita a Bonn. Mitterrand, afectado por las dificultades que se interponen por ahora a la Unión de la Izquierda en su país, ha venido a la República Federal de Alemania para subrayar todos los aspectos conservadores de su partido o como quiere la prensa de este país, para «subrayar el curso socialdemócrata de su formación política». Sólo así, dicen los periódicos, Mitterrand podrá cruzar con éxito la barrera de las urnas. El líder socialista francés aspira a un 40% de los votos, pero los conservadores le auguran que, se quedará en un 30% si no lima asperezas en lo que falta de año. Según los alemanes, bastaría para ganar holgadamente en los próximos comicios que el candidato socialista renunciase «a todas las propuestas marxistas y prefiriese la presentación de un programa orientado hacia la economía de mercado».,Los contactos de Mitterrand con los dirigentes socialdemócratas alemanes han significado, por lo pronto, un deshielo en las relaciones entre ambas formaciones políticas. Aparte la aproximación de los socialistas franceses a los comunistas, Mitterrand había molestado a los alemanes al condenar la represión del Gobierno de Bonn contra los llamados «radicales», miembros de formaciones marxistas no vinculados al terrorismo.
Desde enero de 1976,a raíz de la Internacional Socialista celebrada en Helsingoer, Mitterrand había acentuado su disconformidad con el actual curso de la política alemana (su periódico, L'Unité, publicó por entonces un artículo titulado Los antiguos demonios vuelven a despertar, como una clara alusión ,al peligro neonazi en la RFA).
La discutida visita de Mitterrand a la capital alemana ha tenido, con todo, un factor aceptable para la derecha parlamentarla: ha incluido también un llamamiento a todos los demócratas en favor de un apoyo al Gobierno alemán en su lucha contra el terrorismo.
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