Posible entrada en el Gobierno de la minoría vasco-catalana

La negociación entre el Gobierno y el grupo parlamentario vasco-catalán se ha iniciado ya, cara a la posible inclusión de políticos de este grupo en el actual Gabinete, lo que produciría una pequeña crisis que Adolfo Suárez compensaría con el logro de una mayoría absoluta en el Congreso de Diputados, que le permitiría gobernar con holgura. Así se deduce de lo manifestado a EL PAIS por diputados de la minoría vasco-catalana, que en todo caso aseguraron que es requisito previo básico la concesión de amnistía y de autonomía a Cataluña y País Vasco.

Preguntado sobre la existencia de conversaciones entre el Gobierno y la minoría vasco-catalana, Joaquín Arana, diputado por Lérida del citado grupo parlamentario, aun cuando mostró la conveniencia de ser discreto sobre determinados temas, reconoció literalmente que algo hay. «Lo que ocurre -añadió- es que en nuestro caso es condición básica el restablecimiento de la Generalitat por parte catalana y de la autonomía del País Vasco».«No cabe duda -añadió el señor Arana- que sería interesante para el Gobierno esta operación, que evitaría su actual situación inestable. La suma de los veintiún votos de nuestro grupo le permitiría gobernar con holgura».

Por su parte, el diputado por Barcelona y portavoz de la minoría vasco-catalana del Congreso, Miguel Roca, desmintió los rumores sobre negociación de su grupo con el Gobierno. «No hay nada de nada -declaró a EL PAIS-, entre otras razones porque es condición indispensable para iniciar cualquier. negociación de este tipo él reconocimiento de las autonomías.» «Puede desmentir tales rumores, y además le agradecería que los desmintiera», añadió.

El diputado por Tarragona de la minoría comunista, Josep Solé Barberá, declaró que para su grupo resultaba interesante todo lo que significara reforzar al Gobierno y que éste recibiera el apoyo de la Cataluña surgida del 15 de junio. Añadió que, en todo caso, hablar de crisis lo consideraba prematuro. «Pregunte usted a los diputados del grupo parlamentario vasco-catalán», aconsejó el señor Solé Barberá.

Entre la UCD y los vasco-catalanes existirían también otros acuerdos, según informa nuestro corresponsal en Barcelona, Alfons Quintá. Uno de ellos consistiría en el apoyo del partido de Adolfo Suárez al deseo vasco-catalán de que la futura Constitución estableciera que la Administración de Justicia dependiese de los futuros poderes autónomos catalán -la Generalitat- y vasco. En el caso de Cataluña es de recordar que el Estatuto de Autonomía de 1932 instituyó el Tribunal de Casación de Cataluña, auténtico Tribunal Supremo catalán.

Con este acuerdo, en el caso de Cataluña se cumpliría el deseo de obtener no solamente la Generalitat, sino también todas las instituciones establecidas por aquel Estatuto, derogado por el general Franco en 1938.

Una fuente parlamentaria vasco-catalana precisó que el desacuerdo de su grupo con los proyectos constitucionales del PSOE contrasta con la posibilidad existente de lograr un pacto sobre puntos concretos con la Unión de Centro Democrático. La fuente señaló que, inicialmente, el PSOE se inclinaba por citar el problema del aborto y del divorcio en la futura Constitución, lo cual fue rechazado con fuerte oposición de otros sectores políticos, entre ellos el del grupo vasco-catalán.

Respecto a las negociaciones con el Gobierno para la concesión de la amnistía, la postura del grupo parlamentario vasco-catalán es la concesión de amnistía para todos los delitos -incluidos los de sangre- cometidos hasta la fecha del referéndum, 15 de diciembre de 1976. Para los delitos cometidos con posterioridad a esta fecha y hasta el día de las elecciones, es decir el 15 de junio de este año, los vascos y catalanes son partidarios de un pronunciamiento sobre este tema por parte de las Cortes.