Margaret Thatcher suscita las iras de los sindicatos británicos

La líder conservadora, británica, Margaret Thatcher, causó la ira de los sindicalistas de su país el domingo, al anunciar que si un Gobierno suyo se hallara ante una situación de huelga como la que acabó con la Administración de Edward Heath, en 1974, ella convocaría un referéndum y convertiría el asunto en una cuestión constitucional.La señora Thatcher no cree que el enfrentamiento entre un nueve Gobierno conservador y los sindicatos sea posible otra vez, pero la sugerencia de lo que ella haría en el caso de que se volviera a producir refleja que la sucesora de Edward Heath vive consciente de su falta de entendimiento con los trade union.

Un referéndum en el que la postura gubernamental venciera frente a las exigencias sindicales disminuiría el poder político de los trabajadores. Se resolvería así lo que Margaret Thatcher llama una anomalía constitucional: el predominio del sindicalismo por encirna de las decisiones parlamentarias.

La propuesta, aunque haya sido expresada con cierta vaguedad y en forma de hipótesis, ha hecho aún más profundas las sospechas que los líderes sindicales sienten hacia Margaret Thatcher y a su partido. Para ellos, la idea del referéndum es «irrelevante e impracticable y parece un camuflaje» para ocultar las actitudes antisindicalistas de varios políticos tories.