Campaña contra el ministro de Defensa

Sectores conservadores y elementos de la extrema derecha han iniciado una ofensiva frente a la política del Ministerio de Defensa y, más concretamente, contra la figura de su titular, teniente general Manuel Gutiérrez Mellado. En los últimos días se han depositado panfletos anónimos en buzones de Madrid con imputaciones calumniosas para su persona.

El vicepresidente, primero del Gobierno regresó el domingo de México, a donde acudió invitado con motivo del 167 aniversario de la independencia de aquel país.Cuando se le preguntó por sus declaraciones a la prensa mexicana, en el sentido de que el Ejército español apoyaba el proceso democrático, el teniente general Gutiérrez Mellado respondió: «La política pequeña se la dejamos a los políticos. Lo único que hace el Ejército es la política de Estado, como siempre. El Ejército apoya al Gobierno y todo lo que sea legal.»

Tras aquellas declaraciones, la junta provincial de Fuerza Nueva en Toledo ha hecho pública una nota en la que manifiesta su contrariedad por la referencia a la democracia, y afirman que «con declaraciones como éstas lo único que consigue el actual ministro de Defensa es desunir al Ejército, precisamente en unos momentos en los que la unión entre los hombres que visten el uniforme es más necesaria que nunca».

Tampoco ha pasado inadvertida a los observadores la actitud de El Alcázar, órgano oficial de la Confederación de Combatientes, que preside José Antonio Girón, que en su edición del viernes pasado y en la de ayer, lunes, al dar cuenta de la estancia en México del ministro de Defensa y de su regreso a Madrid, le nombra como «señor Gutiérrez», sin la menor referencia a su condición militar. En las informaciones se utilizan expresiones como «Gutiérrez firmó ... », o «señor Manuel Gutiérrez Mellado».

Un dato más que puede añadirse a este clima es la pretensión de algunas figuras de la extrema derecha encaminada a promover un proceso, fuera de la jurisdicción civil, frente al ministro de, Gobernación, Rodolfo Martín Villa, por su actitud ante la presencia en territorio nacional de los extrañados vascos. El intento -que por su gravedad no se espera que prospere- tendría como objetivo inmediato presionar al presidente del Gobierno y amenazar con introducir un elemento extraordinariamente revulsivo en el contexto político.