_
_
_
_
Tribuna:La aventura científica del proyecto Voyager / y 4
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Supersensibles instrumentos de observación en 105 kilogramos

De los 810 kilos que constituyen la masa total del Voyager, la totalidad de sus instrumentos científicos de observación altamente sensibles representan 105 kilos. En esa masa se incluyen cámaras de fotografía que permitirán realizar obseprvaciones con gran detalle de los planetas y satélites a estudiar. Se incluyen también espectómetros de masas que van a permitir, analizando la radiación emitida por esos objetos siderales, averiguar cuál es la naturaleza y composición de su materia.Para llevar a cabo sus detalladas investigaciones, cada Voyager tiene una sorprendente capacidad de registro y transmisión que Ie permitirá recoger, por lo menos, una buena decena de fotografías de cada astro espiado. A pesar de la enorme distancia todo va a ser dirigido desde la Tierra. La memoria de los ordenadores hará cumplir paso a paso todas las etapas del viaje.

Las técnicas empleadas en el proyecto Voyager son una mejora de las utilizadas en las anteriores misiones de investigación espacial. Se ha logrado en total un objeto de 810 kilogramos. La mayor parte de su masa está ocupada por el motor, el sistema de orientación, las fuentes de energía, el sistema radiotransmisor y el cerebro electrónico. Los instrumentos científicos suponen en total 105 kilogramos. Y es en estos cien kilos de material de investigación donde se incluyen los más complejos instrumentos.

El elemento principal es una antena de gran tamaño con un reflector parabólico cuyo diámetro alcanza los 3,66 metros.

Los sistemas de estabilización permiten que el viaje de los Voyager se lleva a cabo manteniendo una postura fija. Esto podría haber planteado un problema de calentamiento en unas zonas del ingenio más que en otras, pero las grandes distancias respecto al Sol en las que tendrá lugar el recorrido hacen desaparecer esa posibilidad. Sólo cada ochenta millones de kilómetros, los Voyager cambiarán de orientación para fotografiar diversas perspectivas del universo.

La forma que estos sistemas de recepción de energía y estabilización dan al conjunto del viajero es la de unajirafa.

El núcleo del vehículo está constituído por la estructura y, la antena. Allí hay tres generadores de energía radio-isotópicos, portadores cada uno de seis kilos de plutonio-238. La constante desintegración nuclear, transformada en energía eléctrica, permitirá que durante cuatro años se disponga de una fuente casi continua de producción energética, apenas descenderá un 10% durante ese período.

Para evitar que el calor de las desintegraciones nucleares afectase a los instrumentos científicos de alta sensibilidad, por ejemplo las máquinas de fotografiar en infrarrojo, éstos se han colocado en el otro extremo de la jirafa.

Lo más importante de los instrumentos científicos lo constituyen, sin duda, los sensores tanto de energía como de imagen. Se trata de detectar toda posible fórma de radiación de los planetas o satélites a observar para, analizar, en función de las radiaciones recibidas, la naturaleza de los objetos observados.

Pero uno de los más sorprendentes progresos desarrollados en el proyecto Voyager es en el campo de la óptica, porque con una potencia comparable a la de los proyectos Mariner y Viking, Voyager va a observarlo todo con más detalle. Se ha optado por la mejora en la sensibilidad de los aparatos de fotografía en lugar de por un aumento de la potencia de transporte que hubiese permitido llevar más instrumentos a bordo.

El equipo permitirá obtener fotografías de tal poder de resolu.ción, que el rruísterioso Titán, el gran satélite de Saturno dotado de atmósfera, será fotografiado en detalles de hasta veinte metros, mientras hoy los más gigantescos observatorios de nuestro mundo no pueden detectar allí detalle alguno de menos de cientos de kilómetros.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_