La RFA se interroga sobre los límites y la esencia del terrorismo
Las interminables sesiones de la «gran comisión de crisis», integrada por representantes de los partidos alemanes representados en el Parlamento (Bundestag), se han convertido en largas discusiones sobre lo que es realmente el terrorismo y dónde cabe situar sus límites. Mientras el «superempresario» alemán Hans Schleyer continúa en poder del comando Siegfried Haussner, de la Fracción del Ejército Rojo, el país espera hoy, jueves, una trascendental declaración del canciller Schmidt sobre el caso y sus implicaciones políticas.
La oposición democristiana, que considera prematuro llevar al Parlamento una discusión sobre el terrorismo, cree que aún puede sacar más partido de la situación, sobre todo porque el alemán medio no está todavía tan seguro, como quisiera la Democracia Cristiana, de que es él quien está amenazado por los terroristas y no ciertos prohombres de la nación.El término «simpatizante», que aparece invariablemente en las notas oficiales alemanas referidas al terrorismo desde 1971, mueve cada vez a más suspicacias. La Unión Humanista, que integra a militantes de los partidos democráticos y ciudadanos sin filiación política determinada, ha enviado al presidente federal, Walter Scheel, una carta en la que piden que se elimine este térni1no de los comunicados del Gobierno, por «generar graves suspicacias». Según la Unión Humanista, con él se trata de «estigmatizar a los rivales políticos, más que analizar en profundidad el fenómeno del terrorismo». Las principales víctimas de esta terminología son los verdaderos socialistas, los abogados criminalistas, algunos eclesiásticos, un grupo de editores y varios publicistas. Estos presuntos «simpatizantes con la escena terrotista», según el término al uso, no han hecho más que «denunciar irregularidades de procedimiento en los tribunales y buscar las verdaderas causas políticas del fenómeno».
A pesar de estas denuncias, el Gobierno persiste en aplicar medidas represivas «terapéuticas». El abogado Coissant y todos sus colaboradores no podrán ejercer ya su actividad jurídica como abogados, por decisión oficial hecha pública ayer. Un distrito socialdemócrata, el de Wesel, ha dictado ya «medidas antirradicales», contra, las juventudes del propio partido, que denuncian el sobrepeso de las grandes empresas respecto del Estado actual..
Un tribunal ha ordenado apertura de expediente contra una publicación berlinesa (Extra-Dienst), porque en un artículo sobre el portavoz del Dresdner Bank, asesinado el 30 de julio. Juergen Ponto, se dice de él que «con la misma sangre fría que fue asesinado. él despidió antes a varios miles de obreros metalúrgicos. redujo salarios a 10.000 vendoras y mantuvo en niveles inhumanos los ingresos de cientos de miles de trabajadores extranjeros en la RFA»
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.