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Manifestaciones masivas contra la carestía de la vida y las medidas económicas

Más de 150.000 personas se manifestaron ayer en tres puntos diferentes de Madrid contra la carestía y las medidas económicas adoptadas por el Gobierno Suárez. Las diferentes convocatorias habían sido hechas desde las entidades ciudadanas asociaciones de vecinos y amas de casa- y a ellas se sumaron, posteriormente, la casi totalidad de partidos políticos y centrales sindicales con base en Madrid. Angeles García, Andrés Manzano y Jesús de las Heras cubrieron las tres manifestaciones.

El control de las tres manifestaciones -Alcorcón, Vallecas y ca lle de Alcalá- corrió a cargo del servicio de orden de las diferentes asociaciones, sir. que la policia que vigilaba el desarrollo, interviniera en ningún momento Los pequeños incidentes provocados por reducidos grupos de partidos radicalizados fueron subsanados por el servicio de orden. El FRAP, presente en Vallecas, Alcalá y, Alcorcón, protagonizó algunos de estos incidentes al pretender que las manifestaciones rebasaran los itinerario permitidos y que éstas perdieran el carácter pacífico que las presidió en todo momento.En Alcorcón, donde participaron unas 1.500 personas, la manifestación partió de la plaza Mayor del pueblo a las ocho de la noche. Dos incidentes protagonizados por algunos miembros del FRAP crearon dos momentos de violencia que estuvieron a punto de romper la manifestación. Durante estos incidentes los representantes de Falange Española (Auténtica) fueron llamados fascistas por los miembros del FRAP, hecho que ocurrió a los pocos minutos de haberse iniciado la manifestación. Media hora después, miembros del FRAP, provistos de palos, forzaron a los falangistas a salir de la manifestación, pese a que el servicio de orden les aseguró que podían permanecer en ella. Los organizadores, posteriormente, condenaron tal actitud del FRAP en un comunicado.

Al margen de estos hechos, los vecinos de Alcorcón se pronunciaron contra las medidas económicas, el paro, el pacto social,etcétera.

En Vallecas, más de 100.000 personas, según los organizadores -80.000, según el Gobierno Civil-, desfilaron durante dos horas por las calles de San Diego, Martín Alvarez, Martínez de la Riva y Peña Gorbea. La cabeza de la manifestación iba formada por los representantes de las dieciséis asociaciones vecinales del barrio, y tras ellos una segunda fila formada por los representantes de los partidos políticos que habían apoyado la manifestación. Los incidentes, aquí también, corrieron a cargo de un grupo de personas que portaban pegatinas y banderas del FRAP y que, armados con barras de hierro de más de un metro de longitud, intentaron imponer al servicio de orden que la manifestación se desviara por otra ruta de la prevista. Uno de los encargados de este servicio fue agredido, aunque afortunadamente no resultó herido.

En la calle de Alcalá, los 50.000 participantes, que durante una hora recorrieron el tramo comprendido entre Quintana y Ciudad Lineal en perfecto orden, gritaron diferentes frases contra la carestía, el paro y las medidas económicas del Gobierno. La nota discordante la produjo un grupo de unas cuarenta personas que se proclamaron como no militantes de partidos políticos, quienes una vez finalizada la manifestación golpearon varios coches y agredieron a los conductores, ulio de ellos redactor de EL PAIS, que fue golpeado en la cabeza.

El contenido de las tres manifestaciones, originariamente formado por reivindicaciones ciudadanas, se politizó altamente en las tres zonas. Junto a la exigencia de puestos de trabajo, freno a los precios y revisión de éstos, se pidio enseñanza gratuita, socialización del guelo, hasta llegar a gritar insistente y masivamente que España, mañana,será republicana -muchas banderas republicanas se exhibieron en las manifestaciones, especialmente en Vallecas- y pedir la dimisión del Gobierno.

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El cierre de las manifestaciones se hizo con la lectura de un comunicado firmado por las entidades convocantes y con la adhesión de los partidos políticos y centrales sindicales. En estos comunicados, las asociaciones se pronunciaron contra la carestía y explicaban que ésta se debía exclusivamente a que los monopolios e intereses de la oligarquía, pese a los intentos de democratización, continuaban teniendo al país en sus manos, hecho del que responsabilizaban al actual Gobierno. Posteriormente se trataron los problemas específicamente municipales que tiene planteados Madrid: enseñanza, vivienda, transporte, etcétera, y se criticó la gestión del alcalde de Madrid, para pedir posteriormente su dimisión.

Las elecciones municipales también fueron contempladas tanto en los comunicados como en los gritos de los manifestantes.

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