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La socialdemocracia portuguesa, dividida frente al Gobierno de Soares

¿Los socialdemócratas portugueses van a endurecer su oposición al Gobierno minoritario de Mario Soares o aceptarán, por el contrario, discutir con el primer ministro un pacto parlamentario?La dirección del PSD, reunida el pasado fin de semana, no ha esclarecido la cuestión, que parece dividir el partido. Un sector, encabezado por el presidente del partido, Sa Carneiro, se inclinaría por una actitud más dura, destinada a provocar la rápida formación de un Gobierno de «mayoría democrática» que aísle a los comunistas en la oposición. Otra tendencia, que contaría entre sus miembros a los directores del semanario Expreso, sería más favorable a la aproximación con los socialistas y no excluiría del todo un «compromiso histórico a la portuguesa», sugerido ya por Mario Soares en su último mensaje al país.

Expreso dedica buena parte de los comentarios de su edición de la pasada semana a la viabilidad de tal «compromiso histórico», citando opiniones de miembros de los tres partidos de oposición.

Alvaro Cunhal, secretario general del Partido Comunista (PCP), interrogado acerca de la propuesta por él formulada recientemente de una plataforma a discutir «con todas las fuerzas interesadas en defender la democracia», no desmiente la posibilidad de hacer extensivo este diálogo al Centro Democrático Social (CDS) y al Partido Social Demócrata (PSD), aun considerándolos «partidos de derecha e incluso reaccionarios», aunque hace notar que «muchas cosas deberían cambiar antes de que esto sea posible».

Sin embargo, admite que los comunistas se contentarían, de momento, con «la manifestación, por parte de las autoridades políticas y sociales, de una voluntad real de recuperación económica, salvaguardando la democracia y la independencia nacional».

Por su lado, los portavoces del CDS y del PSD, para quienes el PCP defiende un modelo de sociedad radicalmente diferente del que preconizan los otros tres, no excluyen un diálogo con los comunistas, si éstos dan «prueba de la sinceridad de sus intenciones». Invitan al PCP a dar tal prueba haciendo posible un «pacto social» entre Gobierno y sindicatos.

La situación en el campo sindical es el obstáculo más serio a toda solución política que aísle al Partido Comunista en la oposición. Los comunistas portugueses no disponen de un peso electoral comparable con el del partido italiano, pero el intento de romper su hegemonía sobre la única central sindical portuguesa (Intersindical) ha fracasado de momento. Puede contestarse la democracia interna de la intersindical, pero no su capacidad de movilización ni el control ejercido sobre la inmensa mayoría de los sindicatos. La tendencia disidente del grupo de la «Carta Abierta», oficialmente apoyado por socialistas y socialdemócratas. ha sido más perjudicada que favorecida por el apoyo del Gobierno. desde el momento en que éste adopta medidas necesariamente impopulares.

Los socialdemócratas reprochan a los socialistas portugueses no haber sido capaces de aplicar las lecciones de sus modelos sueco o alemán en materia sindical.

Pero el Partido Comunista ha usado hasta hoy, con una notable moderación, la fuerza de presión que le confiere su poderío sindical. El epílogo de los recientes acontecimientos de Evora es un buen ejemplo. Evitando comprometerse de manera significativa en los enfrentamientos con la policía, los sindicatos agrícolas, controlados por el PC, han desviado la tensión hacia una gran manifestación de protesta contra la represión, de la que participaron muchos miles de personas. La misma tónica ha sido dada por el Partido Comunista, con un comunicado, verbalmente violento, contra el recurso a la fuerza para resolver conflictos de tipo laboral.

Las unidades colectivas, reunidas el fin de semana, han decidido deshacer los temores manifestados por el ministro de Agricultura, acerca de una eventual resistencia pasiva, que comprometería los trabajos agrícolas. «No dejaremos un palmo de tierra sin sembrar», afirman los dirigentes, que piden, en contrapartida, créditos, semillas y abonos.

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