Las Cortes decidirán la aprobación de 26.600 millones de créditos extraordinarios
La Comisión de Economía y Hacienda de las Cortes considerará este mes la aprobación de siete créditos extraordinarios por valor de más de 26.600 millones de pesetas para cubrir necesidades presupuestarias no previstas.Los proyectos de ley de concesión de suplementos de créditos aparecidos en el Boletín de las Cortes y pendientes de la aprobación de la Cámara, son los siguientes:
- Crédito de 4.295 millones al Ministerio de Industria para cubrir las pérdidas de Hunosa en el ejercicio 1976 que aún no han sido abonadas por el Tesoro.
- Créditos al Ministerio de Obras Públicas por valor de 12.149 millones de pesetas para cubrir las pérdidas de explotación y de amortización financiera de Renfe correspondientes al ejercicio de 1976.
Suplemento de crédito de 1.517 millones de pesetas al Ministerio de Educación para atender las necesidades de contratación de personal.
- Créditos extraordinarios por valor de 2.207 millones de pesetas al Ministerio de Obras Públicas para la aplicación del convenio colectivo del personal laboral.
- Crédito extraordinario para subvencionar los gastos electorales de los partidos políticos conforme a lo dispuesto por el Gobierno. Las subvenciones suponen 2.357 millones de pesetas.
- Crédito de 2.205 millones al Ministerio de Comercio para cubrir los déficit de Trasmediterránea en las líneas de soberanía. Esta cifra cubre los déficit de los últimos tres túmestres.
- Crédito de 1.953 millones al Ministerio de Comercio para, subvencionar los consumos de gasóleo y fuel de la flota pesquera del 1 de enero al 30 de junio del presente año.
De este conjunto de créditos extraordinarios conviene destacar los dos primeros, los más voluminosos. Los 12.150 millones para Renfe y los 4.295 para Hunosa.
Ambas empresas públicas cierran sus balances con importantes déficit justificados en base al servicio público, a razones sociales o de suministros de materias primas. El problema que se viene planteando en los últimos tiempos es el plazo con el que el Tesoro financia las pérdidas, que obliga a las empresas a créditos-puente que tienen también un costo de cierta envergadura. En el presupuesto correspondiente al presente año, la consignación hecha a Renfe es inferior a la mitad de las pérdidas previstas por la empresa y justificadas al Ministerio de Hacienda. Ello obliga a créditos extraordinarios que debían estar perfectamente previstos al realizar el Presupuesto. Por razones de estética el anterior equipo que redactó los presupuestos prefirió engañarse, y, engañar al país, previendo unos déficit inferiores a los que serán reales. En el caso de Hunosa la situación es idéntica.
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