Vuelven los grandes éxitos de los "Teen Tops", la nostalgia del rock

Dentro de un par de días va a ser reeditado un álbum especialísimo: el Grandes éxitos de los Teen Tops. Los Teen Tops fueron un grupo mexicano que sirvió de suslitutivo rockero al sombrío panorama hispano de principios de los años sesenta.

Aquella era una época en que los discos de rock llegaban a España tarde o nunca. Aquel era un tiempo en que los jóvenes ye-yés (como infamemente se dio en calificarles) escuchaban a escondidas los pocos discos de Elvis que sus hermanos mayores atesoraban con infinito cuidado. Aquellos, en fin, era los años del Dúo Dinámico y de aquel hombre portentoso que hacía las delicias de todos los padres del sistema: José Luis y su guitarra.Los guateques eran el centro de información y escucha musical más importante de losjóvenes. Y también entonces había clásicos. Clásicos como Multiplication, de Bobby Darin, como Sukiyaki, de los Blue Diamons, o el increíble Twist, de Chubby Cheker. Y, ¡cómo no!, uno de esos clásicos era la obra completa de los Teen Tops. Pero ¿qué hacían?.

El cantante del grupo era un muchacho llamado Enrique Guzmán. El era el ídolo, la figura central y por tanto, objeto de todas las pasiones. Enrique y sus compañeros se dedicaban a realizar versiones de rock clásico, desde Tutti Fruti hasta La plaga, pasando por El rey del rock (alias King creole, de Elvis) o Zapatos de ante azul. No es que fueran unos rockeros natos ni vocacionales. De hecho, Enrique no tenía la voz adecuada para este tipo de música, pero luchaba con ella como un desesperado, intentando dotar a todas esas canciones de la agresividad que poseían en boca de sus creadores. El esfuerzo era tremendo y los resultados enternecedores.

Los guateques sabatinos comenzaban a contar con la presencia de invitados, como los Beatles (un grupo nuevo de ingleses melenudos) y los hermanos pequeños escuchaban desde fuera unos, ritmos esotéricos que explicaban ¡en castellano! cómo lo verdaderamente importante en esta vida era bailar el rock.

El disco que ahora se reedita, tal vez no sea histórico en la acepción anglosajona del término, pero sin duda lo es para una generación de españoles que vivieron en sus ritmos los primeros ligues, las primeras excursiones fuera de las normas que definían a los niños buenos las primeras horas en que considerarse adultos.