México: crisis económica y reformas políticas
La deteriorada economía mexicana, sus síntomas de recuperación y las esperanzas de que durante los seis años de su mandato, «con la ayuda de todos», el país haya logrado entrar en una etapa de franco desárrollo, han sido los puntos en que el presidente mexicano, José Lólez Portillo, ha puesto énfasis en su primer informe de Gobierno presentado ayer al Congreso de la Unión.
El tono del mensaje es realista en el reconocer la crisis severa por que atraviesa México en lo económico, así como la necesidad de una reforma política, con la concurrencia de los partidos políticos de cualquier ideología. En este último tema el presidente. López Portillo ha anunciado, el próximo envío al Congreso de una iniciativa de refórmas constitucionales y sucesivamente una ley sobre organizaciones políticas y procesos electorales. La ley en cuestión contemplar la la existencia de partidos políticos con un mínimo de 65.000 afillados y de asociaciones políticas, que no alcanzarán ese mínimo y que sóio podrían actuar en forma de coaliciones...)Las tres cuartas partes del informe presidencial están, por supuesto, dedicadas a la coyuntura económica. Ha hecho López- Portillo un balance de sus nueve meses de mandato desde que, el primero de diciembre »del año pasado, tomara posesión de su cargo. Por aquel entonces, ha dicho, «se había manifestado de forma dramática, sin precedentes, en las oficinas bancarias de toda la República, el trance de desconfianza en las instituciones, en las autoridades, en la nación, en nosotros mismos».
Al pasar en revista, uno por uno, todos los sectores de la producción, López Portillo se ha detenido con complacenciáen el importantísimo del petróleo, poniendo de relieve que en la actualidad los países se dividen entre los que tienen o no, tienen petróleo. Y México lo tiene.
Describiendo la política exterior de su Gobierno, López Portillo ha dedicado a España tanto espacio de tiempo como a Estados Unidos, afirmando que «la misma fidelidad a los principios de nuestra política Internacional, que en el pasado creó la situación prevaleciente entre México y España, determinó, al cambiar las circunstancias hIstóricas que imperaron durante más de cuarenta años, el advenimiento de una nueva era en las relaciones entre nuestros dos pueblos». Ha expresado una vez más sus respetos a la «generación gallarda» de republicanos españoles y ha afirmado que «la normalidad y ricas posibilidades en las relaciones se estableció con la visita del presidente del, Gobierno español y la recíproca designación de embajadores».
