Suárez inicia hoy su visita oficial a Holanda, Dinamarca, Francia e Italia

La capital de los Países Bajos será la primera etapa del viaje presidencial, y en ella Suárez se encontrará el lunes con un Gobierno dimisionario. Nadie duda que estos hechos deslucen la visita presidencial española, pero, a su vez, sitúan a Holanda y a su premier dimisionario en posición de debilidad política, lo que tiene su importancia si se recuerda que Holanda fue siempre el país que puso a España más dificultades para su acercamiento a la CEE.Suárez verá en Dinamarca a Joergensen, veterano primer ministro danés y el hombre que llevó a su país a la CEE. Joergensen, que también fue reticente por motivos políticos a todo acercamiento de España a la CEE, es, previsible que esta vez se muestre cooperador y favorable a la causa española. Asimismo, se espera que Suárez aborde en Copenhague el espinoso tema de la situación pesquera española, porque los daneses son elemento clave a la hora de que la CEE haga o no concesiones especiales a España. En Francia, el viaje presidencial será recibido con todas las simpatías, excepción hecha de quienes en el país galo siguen con interés el caso Apala. El propio Giscard d'Estaing quiso marcar, con un almuerzo privado, que ofrece a Suárez, la importancia de esta visita, que, a nivel político, cuenta con todo el apoyo de París. Otra cosa será. hablar del sostén galo a la hora de discutir los problemas agrícolas que interfieren un rápido acercamiento de España a la CEE. Suárez, que también conversará con el primer ministro, Raymond Barre, tendrá en París la oportunidad de hablar de cuestiones bilaterales, tales como el problema vasco y la pesca de bajura.

En Roma termina el viaje. La temática de las conversaciones que Suárez mantendrá con su homólogo Andreotti será similar a la parísiense. Aquí, la cuestión agrícola se lleva la palma de la conversación que Suárez extenderá también al presidente de la República, Giovanni Leone. Tanto en París como en Roma es posible que surja el tema de la situación política del Mediterráneo, y nadie excluye la posibilidad de que, en las cuatro capitales Suárez exponga la marcha del proceso democrático español, y de que alguno de sus interlocutores se interese por el procedimiento que el Gobierno Suárez adoptará para un eventual debate España-OTAN.

Por último, el presidente será recibido en audiencia especial por el papa Pablo VI en Castelgandolfo, y conversará más tarde con el.secretario, de Estado del Vaticano, monseñor Casaroli. En estos contactos, protocolario y político, el tema clave será la revisión del Concordato de 1953 y, más específicamente, dos cuestiones: la inclusión de la religión católica en los programas de enseñanza del BUP y de la EGB, y la separación legislativa del matrimonio canónigo y civil.