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Nyerere no quiso conversar con el primer ministro británico sobre Rodesia

Juan Cruz

El presidente deTanzania, Julius Nyerere , no aceptó ayer la invitación para un almuerzo con el primer ministro británico, James Callaghan, y recibió en su hotel del aeropuerto de Londres a quienes quisieron hablar con él acerca del porvenir de Rodesia. El premier británico no acudió.El doctor Nyerere, que venía de Canadá y de Estados Unidos, es el presidente de uno de los cinco países que bordean Rodesia y que se han unido para apoyar a los guerrilleros que luchan por la liberación de su territorio.

Nyerere es una pieza clave para el plan angloamericano de solución constitucional del conflicto. Callaghan quería verle para hacerle partícipe de ese nuevo plan. Pero el presidente de Tanzania hubiera preferido que el primer ministro británico hubiera ido a recibirle al aeropuerto con el proyecto.

El hubiera visto a Callaghan «con mucho gusto, porque Jim es mi amigo personal, pero para ir a su casa yo tenía que recorrer desde aquí cien kilómetros, y estoy muy cansado», dijo el líder negro, que en 1965 rompió relaciones diplomáticas con Gran Bretaña, cuando este país se mostró impotente para acabar con la rebelión de los blancos que declararon unilateralmente la independencia de la colonia de Rodesia. En 1968 se redujo la tensión, y Tanzania y el Reino Unido volvieron a tener representantes diplomáticos, pero Nyerere sigue pensando que este país no hace lo necesario para acabar con lan Smith.

A falta del almuerzo, Cyrus Vance, el secretario de Estado norteamericano, y David Owen, el ministro británico de Exteriores, fueron al hotel de Nyerere a presentarle el plan Nyerere mantuvo a Vance esperándole cuarenta minutos. Luego calificó de «útil» las discusiones que siguieron, pero en una rueda de prensa indicó que ningún plan constitucional para Rodesia llegará a satisfacerle ni a él ni a los guerrilleros mientras no esté destinado a acabar de hecho con Smith, el líder de los blancos.

Cambio de Estados Unidos

La actitud de los norteamericanos, dijo Nyerere, que acaba de conversar en Washington con el presidente Carter, ha cambiado considerablemente. «USA piensa ahora que es inevitable la guerra de guerrillas y, como nosotros, piensa que no se trata de buscar una solución pacífica que deje todo como está. Se trata de acabar una guerra de modo que haya una victoria para los que luchan por la libertad de su país.»Al parecer, Nyerere hubiera estado dispuesto a reunirse con Callaghan en Londres, pero el hecho de que el rninistro surafricano de Exteriores, Botha, hubiera estado en Londres antes que él escuchando los argumentos nos lo ha puesto furioso. «Suráfrica es el pilar en el que se mantiene el régimen ilegal de Rodesia» ha dicho Nyerere, quien, por otra parte, piensa que el sistenia racista de Suráfrica es «ilegítimo» y no debe estar implicado directamente en los planes para resolver el conflicto de Rodesia.

La actitud de Nyerere, que se marchó anoche de Londres poco después de que Vance siguiera viaje a Norteamérica, no será la misma ante sus colegas de los restantes países fronterizos con Rodesia. Parece que él va a apoyar de algún modo el plan anglo-americano que incluye la creación de un fondo de ayuda al desarrollo de Zimbabwe, independiente, la puesta en marcha de una fuerza militar que mantenga el orden en la transición al Gobierno de la mayoría y las elecciones generales sobre el principio del sufragio universal.

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