_
_
_
_

Los palestinos, dispuestos a reconocer a Israel

El presidente norteamericano, Jimmy Carter, reveló ayer que ha recibido informaciones según las cuales la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) estaría dispuesta a reconocer el derecho a la existencia del Estado de Israel, lo que podría mejorar las difíciles negociaciones de paz en Oriente Próximo. Carter hizo esta afirmación en su granja de Plains, en su estado natal de Georgia, donde disfruta de unas breves vacaciones. Vestido con un mono de granjero y mientras inspeccionaba el almacén de cacahuetes familiar, el presidente dijo a los periodistas que su administración ha recibido mensajes indirectos de los palestinos, a través de varios países árabes, y que aquellos parecen dispuestos a aceptar la aplicación de la resolución 242 de las Naciones Unidas sobre Oriente Próximo.

Más información
Abu Iyad: "No reconoceremos al enemigo"

En dicha resolución de la ONU se reconoce el derecho del Estado de Israel a existir en paz, así como el establecimiento de «fronteras seguras» para ese país. «Si los palestinos aceptan la resolución número 242 -afirmó Carter-, se abriría una nueva oportunidad para nosotros de iniciar conversaciones con ellos.» El presidente añadió que tal aceptación facilitaría el reconocimiento de la OLP por parte de Estados Unidos, que además apoyarían a los palestinos en sus intentos de crear un Estado propio en la zona.Carter dijo también que debe esperar el regreso del secretario de Estado, Cyrus Vance, para oir su informe y anunció que Vance iba a prolongar su viaje por Oriente Próximo para mantener nuevas conversaciones con los dirigentes árabes, una vez que se entreviste, el martes y el miércoles, con los líderes israelíes.

La patria palestina

Según fuentes oficiales norteamericanas, la aceptación por los palestinos de la resolución 242 del consejo de seguridad de la ONU estaría condicionada a la introducción de ciertas modificaciones en su texto. En la redacción actual, la resolución hace referencia a un «justo arreglo del problema de los refugiados », mientras que la OLP querría que, junto al derecho a existir del Estado judío, se reconociera el derecho a la creación de una patria palestina.Hasta el momento, Washington ha apoyado la intransigencia de Tel Aviv en aceptar a la OLP, que es considerada como una organización terrorista sin auténtica representatividad del pueblo palestino. En caso de que se confirmara la disposición de la OLP a aceptar la resolución 242 no parece probable que el Gobierno derechista de Israel modifique su postura, lo que podría provocar un choque entre Estados Unidos e Israel.

Este enfrentamiento entre las posturas defendidas por Carter y Begin se anuncia ya en la prensa norteamericana. en general decididamente pro judía, que señala que el choque se evitó en las conversaciones del mes pasado entre Carter y Begin, pero que será inevitable en la reunión de Vance con los dirigentes israelíes. De hecho, Begin se niega a aceptar rotundamente dos de los tres puntos de que consta el plan general de paz elaborado por Washington. Aunque admite el establecimiento de una «paz real» en la zona, con relaciones diplomáticas y comerciales entre los árabes e Israel, el Gobierno de Begin no está dispuesto a aceptar la retirada de la mayor parte de los territorios ocupados en la guerra de 1967 y mucho menos la creación de algún tipo de «entidad» palestina en el área, según la vaga fórmula propuesta por Carter.

De producirse la aceptación por los palestinos de la resolución de las Naciones Unidas, Norteamérica podría presionar a Israel para que admitiese la presencia de la OLP en la mesa negociadora de Ginebra, bajo una fórmula a determinar. Sin embargo, tal presión debería ser muy fuerte para tener éxito, dada la absoluta intransigencia sobre el tema de que hizo gala Begin durante su estancia en Washington hace unas semanas.

Esta presión motivaría sin duda la protesta de los poderosos lobbys judíos norteamericanos, que acusarían a Carter de ceder al chantaje árabe y de poner en peligro la existencia de Israel. Pero la débil mayoría del partido derechista Likud en el Parlamento israelí podría jugar a favor de Washington que, en caso de ver en grave peligro la celebración de la conferencia de paz de Ginebra, podría anunciar públicamente su plan de paz para Oriente Próximo como un medio adicional de presión sobre el Gobierno de Begin.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_