Comienza una semana decisiva para el restablecimiento de la Generalitat
«Muy pronto tendremos la Generalitat. La jornada del 11 de septiembre será una manifestación más parecida a una fiesta que a una exigencia reivindicativa», afirmaron ayer los tres principales líderes socialistas catalanes a su llegada al aeropuerto de Barcelona, después de dos días de conversaciones con Josep Tarradellas, presidente de la Generalitat de Cataluña. en la residencia de este último en el centro de Francia. Al término del encuentro fue redactado un documento que satisfizo plenamente, tanto a Tarradellas como a la principal coalición electoral catalana.El documento conjunto de los socialistas catalanes y Tarradellas es de una mayor precisión e importancia que muchos de los infinitos redactados por la oposición catalana en los últimos tiempos.El punto básico del documento afirma que «el presidente de la Generalitat de Cataluña y la delegación de socialistas de Cataluña consideran que llegado el momento de formar un Consejo Provisional de la Generalitat restablecida. éste ha de ser una expresión fiel de la voluntad expresada por el pueblo en las últimas elecciones generales, tanto en cuanto a su composición, como en cuanto al conocimiento y a la decisión sobre su gestión, y mientras no se apruebe el estatuto de autonomía».
Ello implica que los socialistas catalanes están dispuestos a jugar a fondo la preeminencia política de Tarradellas y que este último piensa contar, preferentemente, con ellos a la hora de gobernar Cataluña.
El punto cuatro del documento subraya que los reunidos «han coincidido y el presidente de la Generalitat ha considerado oporturno adoptar el compromiso de fijar en el curso de la próxima semana, en el seno de la comisión negociadora, el contenido de la posición catalana en relación al régimen transitorio de la Generalitat y ponerlo en conocimiento del Gobierno español».
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Semana decisiva para el restablecimiento de la Generalitat
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Los tres líderes socialistas que protagonizaron el encuentro con Tarradellas (Joan Reventós, Josep María Triginer y Eduardo Martín) afirmaron anoche en rueda de prensa que efectivamente la próxima semana sería absolutamente decisiva con relación al restablecimiento de la Generalitat de Cataluña. Los dirigentes socialistas consideran que ha llegado ya el momento en que el Gobierno tiene que pronunciarse taxativamente sobre este tema. Su postura es francamente optimista, ya que creen plenamente que la Generalitat será restablecida antes del 11 de septiembre y que en esa fecha Tarradellas estará en Barcelona como presidente de la misma.
Respecto a la fórmula a utilizar para que Tarradellas sea presidente de la nueva Generalitat restablecida por el Gobierno, los socialistas afirmaron textualmente que «dejamos que Tarradellas escoja la fórmula que él prefiera para ser presidente de la Generalitat restablecida en régimen provisional. La fórmula jurídica concreta para ello será escogida por él y nosotros aceptaremos su decisión. El es nuestro único e indiscutido candidato como presidente de la Generalitat restablecida, como consecuencia de su igualmente indiscutida presidencia de la Generalitat histórica».
En el comunicado conjunto se rechaza «toda formulación política de régimen transitorio que intente desvirtuar el objetivo fundamental de restablecer efectivamente la Generalitat de Cataluña».
Por otro lado, los socialistas y Josep Tarradellas reafirman la necesidad de que toda acción entre los parlamentarios y el presidente en el exilio debe ser plenamente coordinada, «particularmente en lo referente a la negociación con el Gobierno». Basan su postura en la necesidad de la «confluencia en una sola voluntad de la legitimidad histórica e institucional de la Generalitat de Cataluña y la legitimidad también expresada por el voto del pueblo de Cataluña el 15 de junio».
En síntesis, puede afirmarse que desde hacía largo tiempo los socialistas no mostraban la euforia que ayer reinaba en el aeropuerto de Barcelona. En privado, los dirigentes socialista manifestaban el mismo optimismo que reinó en la rueda de prensa. Todos ellos creían que las tensiones estaban ya superadas y que a partir de este momento la plena coincidencia de criterios entre la coalición electoral ganadora de las pasadas elecciones y el depositario de la legitimidad histórica haría que ninguna otra fuerza pudiera retrasar el proceso autonómico en Cataluña.
Con relación a la postura del Gobierno Suárez, los socialistas creían que éste sentiría también la necesidad de formular, en el curso de la próxima semana, sus criterios básicos respecto al tema catalán. «Ello -afirmaron- es también del interés del Gobierno.»
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