El ex presidente Echeverría recupera influencia en México

El presidente mexicano López Portillo se halla enfrentado a una verdadera actitud subversiva del empresariado y por eso, al parecer, ha decidido dar un verdadero golpe de timón apoyándose en quien, finalmente, le supondrá un apoyo eficaz: la clase trabajadora. Para ello ha suprimido la congelación de salarios, establecida hace unos meses, para combatir la inflación.La nueva orientación social dada por López Portillo a su política, hace que su línea de conducta se aproxime a la que fue la de su predecesor, Luis Echeverría, tan denigrado por las clases oligárquicas, según se aproximaba el final de su mandato. En los círculos políticos se comentaba ayer que, contra todo pronóstico, López Portillo y Echeverría se hallan hoy muy próximos en la concepción del caminar del Estado. Se insistía, incluso, en que Echeverría ha vuelto a gozar de la confianza de López Portillo, una vez que ha logrado desmontar ciertas conjuras urdidas contra él en las altas esferas de la Administración y del partido en el poder, el PRI (Partido Revolucionario Institucional).

Una prueba de que Echeverría ha recuperado su influencia, se afirma, es que ha logrado que el ex presidente Díaz Ordaz, recién nombrado embajador en España, haya sido destituido a consecuencia de unas declaraciones hechas en Madrid, muy críticas para su actuación durante su mandato.

Se pretende incluso, que la influencia de Echeverría habría subido de grado hasta el punto de que el futuro embajador en Madrid podría ser el escritor Octavio Paz, que él habría recomendando por considerar que un embajador intelectual y moderadamente izquierdista es el más apto para esta etapa de relaciones entre España y México. Cierto es que, por otra parte, se insiste en que el nombramiento recaería sobre el actual ministro de Educación, Porfirio Muñoz Ledo, antiguo presidente del PRI, echeverrista a ultranza. Claro que en este caso, se trataría de una maniobra de las facciones antiecheverristas, por apartar del escenario del poder a la personalidad más relevante de todo el gabinete y en el que algunos han comenzado ya a ver a un futuro «presidenciable».

El ex presidente Echeverría, actual embajador en la UNESCO, partía hacia París este jueves y, al parecer, totalmente seguro de su fuerza y gozando de la plena confianza de López Portillo.

El peso de Echeverría en el Tercer Mundo es muy considerable y los votos de esos países en la ONU van a serles muy necesarios a México en vista de ciertos proyectos que aquí se abrigan. Se asegura, por otra parte, que la aspiración de Echeverría sigue siendo la de ocupar la secretaría general o la dirección de un organismo internacional que, si no pudo ser la ONU, bien podría ser en la UNESCO, cuando el cargo de director general salga a elecciones.