España pide su ingreso en las Comunidades Europeas

A las 12.30 de ayer, el ministro español de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja, cumplió en Bruselas el «acto histórico» de presentar la solicitud de adhesión de España a la Comunidad Económica Europea (CEE), con lo cual Madrid dio un paso significativo en el proceso iniciado en 1960, año en que designó a su primer embajador ante la Comunidad.

Henry Simonet, presidente del Consejo de Ministros de la CEE, que recibió de manos del señor Oreja la petición de ingreso en las tres grandes Instituciones europeas -CEE, Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA) y Comunidad Europea del Desarrollo del Atomo (Euratom)- declaró que se trataba de un « acontecimiento histórico», y a la vez recordó también los problemas económicos que plantea la annipliacíón del Mercado Común, aunque señaló que tales problemas problemas «deben servir de argumento para frenarla».Por su parte, Marcelino Oreja hizo hincapié en la existencia del «primer Gobierno democrático español», y se manifestó contra rio a que la CEE «globalice» el tratamiento de las candidaturas de España, Portugal y Grecia que en este momento forman el grupo de países que aguardan su turno de las puertas del Mercado Común.

En las demás capitales europeas, la iniciativa de España fue acogida con evidente buena voluntad política, aunque con diferentes grados de reservas económicas.La actitud de Francia parece ser, en el terreno económico -sobre todo en el agrícola- el más difícil de superar para España. Pese a que el sector industrial francés parece recibir con satisfacción la perspectiva de una España comunitaria, todos los partidos políticos y el Gobierno del presidente Giscard d'Estaing se han expresado absolutamente en contra de la incorporación española.

«Nosotros -declaró anteanoche el líder gaullista Jacques Chirac- excluimos la posibilidad de que los productos agrícolas españoles entren en el Mercado Común.» Giscard d'Estaing el dirigente del Partido Socialista francés, Francois Mitterrand, y el Partido Comunista expresaron también su oposición a una España en la CEE.

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