Un plan difícil
«Una primera observación del plan económico, sin tiempo de un análisis pormenorizado, que haremos más adelante, nos dice que es serio y difícil. No son unas medidas constrictivas para salir del paso ni un soplo regeneracionista, con propósito de engañar al ciudadano. Pero es un plan enormemente difícil de cumplir; el Gobierno necesitará energía y firmeza ante unos y otros. Las clases modestas deben ver que son llamadas a un sacrificio inmediato, aunque necesario. Los más pudientes del país, que han vivido en un paraíso fiscal difícilmente justificable a fines de los años setenta, deben ver que los sacrificios que se les van a imponer más tarde -cuando pueda funcionar la verdadera inspección fiscal- es su obligada contribución al bien general, y no solamente un contratiempo pasajero para salvar una situación coyunturalmente mala.Como cualidad positiva del plan creemos advertir que no rehúye la impopularidad, tributo necesario que este Gobierno debe pagar con serenidad a las necesidades objetivamente presentes en la vida nacional.»
24 julio 1977