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El socialista Den Uyl podría sucederse a sí mismo

La crisis política holandesa, creada por las dificultades entre socialistas y demócrata-cristianos para formar un nuevo Gobierno, podría concluir con el nuevo nombramiento, como, jefe de Gobierno, por segunda vez, M primer ministro saliente, el socialista Joop den Uyl.

Después de las elecciones legislativas del 25 de mayo, en las que los socialistas fueron los grandes vencedores, Den Uy1 fue nombrado jefe de Gobierno por la reina Juliana de los Países Bajos. Joop den Uyl intentó, sin éxito, constituir un Gabinete mayoritarío con la participación de socialistas demócrata cristianos y un pequeño partido de liberales de izquierda.Las divergencias entre socialistas y demócrata-cristianos a propósito de un proyecto de ley sobre la participación de los trabajadores en los beneficios de las empresas concluyó con la dimisión de Den Uyl como jefe de Gobierno.

El líder de los demócrata-cristianos, Andreas van Agt, se negó a aceptar la responsabilidad de formar Gobierno.

Finalmente, la reina Juliana nombró, el pasado jueves, al demócrata-cristiano Willen Albeda, como «informador». Su misión es trazar un balance de la situación y proponer, de nuevo, un hombre capaz de sacar de la crisis gubernamental a Holanda.

La mayoría de comentarios de la prensa holandesa dan, otra vez, el nombre de Joop den Uyl como posible formador. Su segunda tentativa dependerá del compromiso que socialistas y demócrata-cristianos pueden encontrar a propósito del proyecto de ley sobre paticipación de beneficios en las empresas. Los demócrata-cristianos no se oponen totalmente a la idea. Quieren, sin embargo, limitar las cotizaciones de las empresas al fondo común de beneficios que sería redistribuido entre los trabajadores. Desean, al mismo tiempo, precisiones sobre el control de dicho fondo, que pretenderían gestionar los sindicatos próximos al Partido Socialista.

El reparto de carteras ministeriales y las directrices socioeconómicas, a largo plazo, para solucionar la crisis son otros capítulos a definir entre los tres partidos que, probablemente, terminarán gobernando en Holanda. La nueva ley sobre el aborto, la política de defensa y la construcción de centrales nucleares pueden ser otros «escollos» para el futuro formador de Gobierno.

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