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Tarradellas desea protagonizar la negociación con el Gobierno

EL PAIS obtuvo ayer fotocopia de una carta manuscrita de Josep Tarradellas, presidente de la Generalidad de Cataluña, dirigida a Joan Reventós, dirigente socialista y presidente de la Asamblea de Parlamentarios de Cataluña, en la que aquél precisa con detalle su postura con relación al proceso de negociación de la autonomía de Cataluña con el Gobierno. Con este texto, hasta ahora desconocido por la opinión pública, las discrepancias entre los parlamentarios catalanes y presidente de la Generalidad quedan precisadas, después de un período de extrema confusión (véase EL PAIS de 22 y 23 de julio).

La carta lleva fecha 11 de julio y es de una extensión de cuatro folios manuscritos. Fue entregada a Reventós en mano el mismo día en que fue escrita, a través de un emisario personal de Tarradellas, con la finalidad de que su contenido fuese comunicado inmediatamente a los parlamentarios catalanes. En ella, el presidente de la Generalidad expone cuál deberá ser, a su criterio, el proceso de negociación con el Gobierno. Curiosamente, los diputados optaron por un camino claramente diferenciado al propuesto por Tarradellas, nombrando directamente a seis parlamentarios catalanes para negociar con Madrid, sin contar con el acuerdo previo del presidente de la Generalidad.La carta fue leída en una sesión de la comisión, permanente de la Asamblea de PairlamentarIos, celebrada a puerta cerrada. En su texto Tarradellas afirma: «Es preciso dar a la comisión o consejo (encargado de negociar con el Gobierno de Madrid) el fondo y la forma institucional a que obliga nuestro estatuto de régimen interior (elaborado en 1932 desarrollando el Estatuto de Autonomía de Cataluña del rnismo año). Esta comisión o consejo será, por tanto, establecido por un decreto que se publicará en el Diario Oficial de la Generalidad.»

Más adelante Tarradellas afirma: «Lejos de mi propósito, el prejuzgar los acuerdos de los parlamentarios al Parlamento español, pero es necesario terier presente que en todo momento nuestro pueblo y el Gobierno Suárez han de ver claramente que los parlamentarios catalanes y la presidencia de la Generalidad son conscientes de la grave responsabilidad que tienen en estos momentos.»

El párrafo más significativo de la carta sería el siguiente: «Sin prejuzgar en definitiva la voluntad que os anima (a los parlamnetarios catalanes) quisiera deciros que todos los miembros que formen parte de esta comisión (negociadora con el Gobierno), sean diputados, senadores o técnicos de mi confianza, han de ser designados por decreto (de la presidencia de la Generalidad), a fin de que cuando hayan de negociar directamente con el Gobierno Suárez, en representación mía, tengan toda la autoridad necesaria para hacerlo.»

Tarradellas desea, pues, ya sin duda, poder nombrar personas de su confianza para que participen directamente y sobre el terreno en las negociacones con el Gobierno, mientras que los diputados y senadores ya optaron por formar una comisión estrictamente parlamentaria. Si bien es difícil saber qué técnicos piensa nombrar Tarradellas, el nombre de uno de ellos se puede dar como prácticamente seguro: se trata del catedrático de Hacienda Pública de la Universidad de Barcelona Josep Lluis Sureda.

Ataques de Benet y Gutiérrez

En la carta queda perfectamente claro que Tarradellas pretende continuar desempeñando el principal protagonismo en las negociaciones con Adolfo Suárez, iniciadas el pasado otoño y cuyo hecho más espectacular fue su reciente estancia en Madrid y el posterior comunicado oficial.

La realidad de las discrepancias entre parlamentarios y Tarradellas fue también confirmada ayer por los dirigentes de la coalición Socialistas de Cataluña, en el curso de una rueda de prensa. No obstante, los socialistas catalanes manifestaron que consideraban indispensable la supefación de toda discrepancia, por mínima que fuera, mientras formulaban crítica a los comunistas catalanes, si bien sin nombralrles directamente.

«La unidad -afirmó José María Triginer, primer secretario de la federación socialista catalana del Partido Socialista Obrero Español- pasa por un entendimiento entre Tarradellas y los parlamentarios. Es preciso vincular la legitimidad institucional que representa Tarradellas con la legitimidad salida de las elecciones del 15 de junio.» A ello Triginer añadió: «Si hay algún partido que no esté de acuerdo con la presencia de Tarradellas en la composición de la comisión negociadora, nosotros nos opondremos a dicho partido.»

En una clara alusión a los comunistas catalanes, el diputado socialista Raimon Obiols manifestó su descontento ante el hecho de que algunos parlamentarios adopten criterios que puedan discrepar con los de Tarradellas, y, en tono crítico, agregó: «Que conste que los socialistas tuvimos dificultades muy serias para hacer comprender a determinados partidos políticos la necesidad de constituir la Asamblea de Parlamentarios.»

Todo ello permite ya asegurar que el principal antagonismo con relación a Tarradellas vendría por parte de los comunistas, mientras los socialistas agotarian todos sus esfuerzos en evitar toda «bifurcación del camino de la negociación con el Gobierno», por decirlo en palabras del dirigente socialista Joan Reventós.

En el terreno formal existe la plena convicción de que Tarradellas no recibirá a los diputados desígnados por la Asamblea de Parlamentarios, para negociar con el Gobierno, y que, en cambio, optará por recibir la próxima semana en Perpignan al conjunto de los parlamentarios o a su comisión permanente, para instarles a elaborar los mecanismos de coordinación necesarios para desarrollar los acuerdos adoptados en el hotel Sheraton de París el pasado día 7 dejulio. En aquellos acuerdos se optó por una acción negociadora común. Tarradellas consideraría quebrantado aquel acuerdo por el nombramiento en el seno de la Asamblea de Parlamentarios de una comisión negociadora con el Gobierno, que considera competencia de ambas partes e incluso dando preeminencia a la presidencia de la Generalidad.

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