Unánime rechazo árabe de las iniciativas diplomáticas israelíes
Los países árabes critican enérgicamente los planes de paz del primer ministro de Israel, Menahem Begin, y han manifestado su decepción hacia la «limitada capacidad» del presidente norte-americano, Jimmy Carter, para convencer a los dirigentes israelíes.
Por el contrario, Begin parece haber conseguido todos sus objetivos en su visita a Estados Unidos, en la que ha logrado nuevas remesas de armas norteamericanas. Mientras Carter parece ser la única personalidad que se manifiesta optimista sobre la solución del conflicto en Oriente Próximo, en las capitales árabes y en Moscú consideran que la zona se encuentra en un callejón sin salida que puede provocar la quinta guerra árabe-israelí.El presidente Carter parece ser el único optimista respecto a las posibilidades de llegar a un acuerdo pacífico en el Oriente Próximo. Una vez conocidas las líneas maestras del llamado plan de paz israelí, la opinión más extendida en Washington es que será muy difícil que los árabes accedan a sentarse en la mesa negociadora de Ginebra el próximo otoño.
Después de dos días de conversaciones con el primer ministro israelí, Carter expresó su creencia en que se habían sentado las bases para que árabes y judíos reanuden la conferencia de paz de Ginebra. Sin embargo, la rueda de prensa celebrada por Begin el miércoles dejó bien claro que los problemas esenciales que impedían el entendimiento entre las dos partes siguen vigentes. La total intransigencia de Israel a que la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) esté representada en las negociaciones de paz podría suponer un escollo insalvable si, como parece, los países árabes se mantienen en su postura de que no habrá conversaciones sin que esté presente en ellas la organización Palestina.
Mientras llegaban las primeras reacciones enojadas de las capitales árabes a las propuestas de Begin y se anunciaba un próximo viaje del secretario de Estado, Cyrus Vance, a los países árabes con la difícil misión de convencerles para que acudan a Ginebra, el nuevo Gobierno derechista israelí parecía obtener el total apoyo de la Administración Carter. Como prueba de ello, se señala el próximo anuncio de un nuevo envío de armas norteamericanas a Tel Aviv, el apoyo financiero para la construcción de un modelo de tanque israelí y la posible venta de un centenar de aviones de caza F- 16, que está siendo considerada en estos días.
El viaje de Begin a Washington se considera un éxito de la diplomacia israelí en la medida en que el primer ministro habría conseguido borrar la imagen de fanático intransigente y presentarse ante la opinión pública norteamericana como un político preocupado por conseguir la paz en la zona conflictiva. El anuncio de que el ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Moisés Dayan, otro halcón en las relaciones con los árabes, visitará Washington en septiembre es otro indicio de que el nuevo Gobierno israelí ha conseguido el apoyo de la Casa Blanca.
Urgentes contactos egipcios
El Gobierno egipcio lleva a cabo contactos urgentes con todas las capitales del mundo, en particular con aquellas interesadas en el problema de Oriente Próximo, como Washington, París, Bonn, y también con el secretario general de las Naciones Unidas. Egipto desea promover el interés mundial hacia la paz en la región, y convocar la conferencia de Ginebra con todas las partes interesadas, incluida la OLP, escribe el diario Al Ahram de ayer.Los países árabes han reaccionado críticamente al plan de paz para Oriente Próximo.
Radio Damasco afirmó ayer que las propuestas de Israel colocan a Oriente Medio «entre la espada y la pared».
Los observadores árabes opinan que el plan de Begin sitúa a la región en un callejón sin salida y que si no se despeja antes de octubre la conferencia de Ginebra tiene pocas posibilidades de celebrarse.
La cuestión ahora es saber si los Estados árabes están dispuestos a Ir a Ginebra, si la OLP no es convocada para la Conferencia.
El ministro de Asuntos Exteriores de Egipto, Ismail Fahmi, manifestó ayer al diario semioficial egipcio Al Ahram que «las negociaciones deben comenzar lo más pronto posible con participación de la OLP».
De la postura intransigente de Israel, los árabes han deducido que la capacidad de Carter para presionar al Estado judío es «limitada».
La opinión de árabes y de los palestinos señala que el plan presentado por Begin para la paz es una entelequia que no hará más que provocar la quinta guerra árabe-israelí.
Por su parte, la agencia soviética Tass afirmó ayer:
«Esto no es un plan de paz, sino un plan de guerra», en un comentario sobre la visita del primer ministro israelí a Washington.
«La visita nos ha demostrado una vez más, señala la agencia, que son ilusorias las esperanzas puestas en la política imperialista de la Casa Blanca, que ha robustecido sus alianzas con lsrael.»
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