El presidente Suárez recibe a los armadores pesqueros

El presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, recibirá esta misma mañana a los representantes de los armadores del norte y oeste de España, que se constituyeron el lunes en asamblea permanente, en espera de poder exponer sus problemas al primer ministro. Durante todo el día de ayer, los armadores rechazaron las alternativas ofrecidas por la Administración, en el sentido de que les recibieran los titulares de los Departamentos de Transportes y Comunicaciones o Comercio y Turismo. Los armadores fundamentan su rechazo en la inefectividad de las gestiones efectuadas hasta el momento en esos estratos del Ejecutivo.La comisión que acudirá a entrevistarse con el presidente del Gobierno está compuesta por seis armadores, en representación del centenar largo de propietarios de buques pesqueros que han acudido hasta Madrid para exigir del Gobierno que defina adecuadamente sus criterios de política pesquera.

En principio, los armadores concedieron un plazo hasta las doce de la mañana de ayer para ser recibidos por el primer ministro, amenazando, en caso contrario, con marchar sobre el palacio de la Moncloa, hasta tanto no fueran recibidos por el presidente.

Por su parte, representantes de Comisiones Obreras de Euskadi, Catalunya, Andalucía, País Valenciá, Asturias y Galicia, vinculados al sector pesquero, han solicitado del Gobierno la renegociación de las licencias que otorga la Comunidad Económica Europea para los buques de la flota española que deseen faenar en a guas de soberanía pesquera comunitaria, dentro del límite de las doscientas millas.

Ayer, la flota merlucera de Fuenterrabía, en Guipúzcoa, hubo de concentrarse. urgentemente a la altura de Bayona, ya que las !anchas costeras francesas habían apresado a cinco de los barcos que integran dicha flota.

Desde hace varias semanas, las autoridades francesas han extremado su rigor en la vigilancia y control de la presencia de barcos españoles dentro del límite de las doscientas millas jurisdiccionales, lo que ha ocasionado numerosos problemas y un profundo malestar en las diferentes localidades pesqueras del norte y el oeste de la Península.