Una organización desconocida reivindica el incendio del Metro y el asalto a una oficina de pasaportes
Con un intervalo de siete horas se han producido en Madrid dos sucesos, el incendio de dos vagones de Metro y el asalto a unas oficinas oficiales con robo de pasaportes y documentos, reivindicados por el denominado Grupo Armado de los Presos en Lucha (Gapel), casi simultáneamente al atraco perpetrado en Barcelona en la Caja de Pensiones de la Vejez y reivindicado también por el mismo grupo. Esta nueva formación, desconocida hasta ahora, se autocalificó de brazo armado de Copel (Coordinadora de Presos en Lucha) mediante una llamada telefónica realizada a EL PAIS. Sin embargo, fuentes solventes de Copel, desmintieron a nuestros redactores tal conexión.
Poco después de las 2.30 de la madrugada de ayer, un vagón del tren suburbano comenzó a arder en la estación de la plaza de España, mientras permanecía sin público y un maquinista maniobraba con él sobre un cambio de agujas para invertir su sentido de marcha. El jefe de estación y dos mozos tuvieron que ser atendidos en la clínica de La Concepción por los síntomas de asfixia que presentaban, ya que el incendio del vagón y de otro contiguo inundaron completamente de humo las galerías del Metro.
Durante varias horas una densa cortina de humo cubrió un área madrileña comprendida entre Alonso Martínez, Bilbao, San Bernardo, Quevedo, Tribunal, Callao y plaza de España, hecho que despertó evidentes temores entre las personas que transitaban la zona y que desconocían el origen del humo.
Ramón Mota, de 43 años, y Luis Vidal, de 48, ambos empleados del servicio de limpiezas del Metro, explicaron a EL PAIS que se encontraban junto a otros ocho compañeros en medio de un túnel, cuando el vagón siniestrado maniobraba sobre un cambio de agujas. y descarriló. En pocos segundos comenzó a arder de modo súbito, mientras ellos corrían hacia el vagón. Con pequeños extintores intentaron reducir las llamas -que ya eran de considerable tamaño- y como no pudieron lograr su objetivo decidieron salir hacia la calle.
«Ya se habían apagado todas las bombillas de la galería y en medio de la oscuridad el humo nos asfixiaba poco a poco, A gatas en ocasiones y a veces agachados, logramos salir de la estación en medio de pasillos totalmente oscuros donde podía masticarse el sabor del plástico que ardía desde los asientos del tren», nos dice otro de los empleados del servicio. En las mismas condiciones, pero más afectados por la espesa humareda, lograron salir el jefe de estación, Daniel Campos, y dos mozos, que fueron trasladados a una clínica con síntomas de asfixia.
Al poco, los bomberos acudieron al lugar del siniestro, mientras por las bocas de Métro citadas salían apretadas columnas de humo que presagiaban una catástrofe de grandes dimensiones. La policía municipal cortó la Gran Vía entre Callao y la plaza de España, entre tanto muchos madrileños se asomaban a los balcones de sus casas para averiguar lo que sucedía, en medio de una neblina muy densa que obligaba necesariamente a carraspear y toser, para liberar las gargantas.
A lo largo de varias horas, grupos de bomberos, con las caras totalmente impregnadas con tiznajos del humo y con escafandras de oxígeno, se turnaron para reducir el fuego, que se extendió de uno a otro vagón después de que ardiera totalmente la estructura del coche y los gruesos paquetes de cables eléctricos que, embutidos en plástico, recorren el techo de los túneles.
Durante todo el día de ayer estuvo suspendido el servicio de suburbano entre las estaciones de Plaza de España y Batán. Paralelamente, la Empresa Municipal de Transportes reforzó sus servicios en la zona.
Asaltan unas oficinas del DNI
Un asalto a las oficinas del Documento Nacional de Identidad, dependientes de la Dirección General de Seguridad y situadas en la calle del Doce de Octubre, 7, fue llevado a cabo ayer por la mañana, por dos hombres y dos mujeres jóvenes mientras, al parecer, contaban con el apoyo de otros cómplices apostados en la calle.
Los dos jóvenes portaban revólveres, y las chicas ametralladoras. Amenazaron a unas cien personas que se encontraban en dichas oficinas y se apoderaron de numerosas tarjetas del DNI sin imprimir, pasaportes sin rellenar y 54.000 pesetas en metálico.
Uno de los hombres es alto, moreno y con bigote. El otro es bajo, grueso y vestía una camisa deportiva. Una de las mujeres es como de 1,60 metros de estatura, morena, gruesa y vestía ropa deportiva, parece que hizo ademán de disparar sobre un policía armado y que se detuvo al pedirle el público que no lo hiciera.
Tras loprar su obietivo, los atracadores se dieron a la fuga en dos coches.
La batida dada por la policía en las inmediaciones parece que no ha aportado ningún dato para el esclarecimiento de los hechos.
El Gapel reivindica
El Grupo Armado de Presos en Lucha (Gapel), cuyo portavoz se identificó como «brazo armado de Copel -Coordinadora de Presos en Lucha- reivindicó para sí, como autor, en llamada telefónica a EL PAIS, el incendio del suburbano en la Plaza de España, el asalto a las oficinas del Documento Nacional de Identidad, en la calle del Doce de Octubre, y el atraco perpetrado ayer por la mañana en una sucursal de la Caja de Pensiones para la Vejez y de Ahorros, en Barcelona (véase página 18 de este mismo número).
Esta actuación, según la persona que se puso en contacto con EL PAIS, supone una advertencia y un ultimatum que ha de expirar el último día de este mes de julio: serán incendiadas la cárcel de Carabanchel, la Modelo de Barcelona y los penales de El Puerto de Santa María y Ocaña si, para esa fecha, no se ha producido la dimisión del director general de Prisiones junto con todo el personal de la Dirección General, y si no se ha promulgado «un amplio indulto o una amnistía para los presos comunes».
Paralelamente, testigos presenciales del incendio del suburbano, declararon a EL PAIS que no parecia probable que éste hubiera si do intencionado y que más parecía un accidente fortuito. Además, el inspector general de la Compañía Metropolitano de Madrid, que explota este servicio, Eduardo Nuez, declaró a la agencia Europa Press que «está descartada la posibilidad de que haya sido un atentado», si bien costará, según el señor Nuez, bastante tiempo determinar las causas exactas que provocaron el siniestro, dados los daños sufridos en los coches, vías y tendido eléctrico aéreo.
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