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Reportaje:

La Dirección General de Sanidad informa sobre el consumo de sacarina

La Dirección General de Sanidad se ha pronunciado oficialmente sobre la sacarina. Como nuestros lectores recordarán, en Estados Unidos se hicieron una serie de pruebas que llegaron a la conclusión de que el consumo de sacarina podría inducir cáncer de vejiga. Posteriormente, los propios Estados Unidos, al discutir los presupuestos de agricultura y alimentación, decidieron no prohibir, por lo menos hasta 1979, la venta del edulcorante artificial.La Dirección General de Sanidad ha difundido ayer una nota en la que hace las siguientes puntualizaciones:

La sacarina, en forma de sal sódica, es un edulcorante artificial, autorizado para su venta en España, bajo formas farmacéuticas, generalmente en comprimidos, que suelen contener treinta miligramos cada uno.

También está autorizado su uso en la elaboración de bebidas refrescantes, en la dosis máxima de veinte, miligramos por cien mililitros de la bebida. Estas bebidas con sacarina, o ciclamato, se identifican en la etiqueta, precinto o tapón, con la leyenda «Contiene edulcorantes artificiales».

Igualmente está autorizado el uso de sacarina en la elaboración de productos dietéticos, circunstancia que debe figurar obligatoriamente en la etiqueta del correspondiente envase.

Hasta muy recientemente, la Organización Mundial de la Salud, en sus recomendaciones sobre la utilización de aditivos alimentarios, fijaba una ingestión diaria admisible (IDA), incondicional (para todo tipo de personas, en cualquier circunstancia), de cinco miligramos de sacarina diarios por kilogramo de peso de la persona que lo ingiere.

Como ingestión diaria, bajo ciertas condiciones, la OMS fijaba un máximo diario de quince miligramos por kilo de peso.

Como ejemplo se puede indicar que en el caso de una persona de sesenta kilos de peso podrá consumir, sin condición alguna, trescientos miligramos de sacarina diarios y bajo ciertas condiciones de régimen y vigilancia, hasta un máximo de novecientos miligramos diarios. Traducido en comprimidos de venta en farmacia, dosificados a treinta miligramos cada uno, podría ingerir diariamente diez y treinta comprimidos, respectivamente.

En los primeros días del mes de marzo último, la prensa se hizo eco de noticias según las cuales sobre la base de determinadas experiencias realizadas; por científicos canadienses, los Gobiernos de aquel país y de Estados Unidos, podrían prohibir el uso de este producto.

De acuerdo con las normas internacionales, la Organización Mundial de la Salud, con fecha 11 de marzo, comunicó a todos los países la posición del Canadá sobre la sacarina, indicando en síntesis que en los trabajos efectuados se habían utilizado ratones a los que se habían suministrado dosis de sacarina al menos ochocientas veces superiores a las consumidas por el hombre habitualmente.

La nota de la Organización Mundial de la Salud anunciaba el estudio de recomendaciones como medidas precuatorias, si bien ya se adelantaba que no se tenía evidencia de que en personas consumidoras habituales de sacarina se hubiesen presentado casos de cáncer similares a los detectados en ratones por los científicos canadienses.

Posteriormente, la Organización Mundial de la Salud, con fecha 18 de mayo, remite informe sobre las conclusiones del Comité Mixto FAO/OMS de expertos en aditivos alimentarios; entre estas conclusiones son de destacar las siguientes:

1ª. Los estudios efectuados sobre poblaciones consumidoras habituales de sacarina, no indican un aumento del riesgo de cáncer de vejiga.

2.ª Realizar hasta el año 1980 trabajos para intentar comprobar si son ciertos los peligros indicados por los científicos canadienses.

Como medida precautoria y a la espera de los resultados obtenidos en los trabajos iniciados, se sustituye la recomendación de una ingestión diaria admisible en términos de incondicionalidad, anteriormente establecida, por otra fijada provisionalmente para el hombre, de un máximo de 2,5 miligramos por kilo de peso.

La Dirección General de Sanidad estima que se deben aceptar y cumplir estas medidas precautorias, máxime si se tiene en cuenta que ello no obliga a variar los hábitos alimenticios de la inmensa mayoría de los consumidores, puesto que una persona de sesenta kilos de peso puede seguir consumiendo cinco comprimidos diarios, de treinta miligramos de sacarina cada uno, o bien hasta 750 mililitros de bebida refrescante con este edulcorante artificial, cantidades ambas que sobrepasan las cantidades que se consumen habitualmente.

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