Ayuda simbólica de Bonn a los nacionalistas rodesianos
El jefe de las guerrillas rodesianas y copresidente del Frente Patriótico de este país, Joshua Nkomo, se ha trasladado a la República Federal de Alemania para realizar una visita semioficial. Según los organismos estatales alemanes, la visita puede considerarse como imprevista. A pesar de este carácter, Nkomo ha sido recibido por el ministro de Asuntos Exteriores, Haus Dietrich Genscher, por la ministra de Desarrollo, María Schlei, y por el encargado de Relaciones de la Socialdemocracia, Egon Bahr. Siguiendo las últimas normas del Ministerio federal de Asuntos Exteriores respecto de los movimientos independentistas africanos, Nkomo ha recibido honores comparables a los de un presidente.Durante una comida-homenaje al líder guerrillero, la señora Schlei ha condenado con duras palabras «las agresiones del Gobierno ilegal rodesiano contra sus países vecinos, Zambia, Botswana y Mozambique». Minutos antes, Genscher recalcó la necesidad de encontrar soluciones pacíficas para la crisis del Africa meridional. La ministra de Desarrollo prometió, a su vez, el envío de diez toneladas de ropa con destino a los fugitivos de Zambia.
Tras esta simbólica ayuda, el Gobierno federal ha presentado a Nkonio un «plan en tres fases» con vistas al período postindependentista. Bonn parece dispuesto a garantizar al Gobierno de mayorías que se constituya la misma asistencia que ha prestado hasta ahora al de minoría blanca, con excepción de la entrega de armas. En este sentido, parece que se le ha dicho claramente al líder guerrillero que no se le facilitará ayuda alguna en este sentido. Como se sabe, Nkomo se muestra convencido de que la única vía abierta para la recuperación de Rodesia por las mayorías de color es la lucha armada, una vez han fracasado las tímidas presiones diplomáticas del Occidente capitalista sobre el régimen de Ian Smith.
A pesar del reciente interés de la RFA por los movimientos independentistas del sur de Africa, en este cambio de giro de Bonn se observan algunas reacciones contrapuestas. Días atrás, el Gobierno negó el permiso de entrada en Alemania a un representante del Movimiento para la Liberación de Namibia (SWAPO), que había sido invitado a tomar parte en un acto de solidaridad con los pueblos de Suráfrica.
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