Menahem Begin presenta al Parlamento el nuevo Gobierno israelí
El primer ministro de Israel, Menahem Begin, presentó ayer en el Parlamento el nuevo Gobierno en el que figuran los ex ministros Moshe Dayan, que ocupa la cartera de Asuntos Exteriores, y Ezer Weizman, encargado de la cartera de Defensa. El Gabinete está compuesto por miembros del Partido ultranacionalista Likud y el bloque nacional religioso, y cuenta con el apoyo parlamentario del bloque ultraderechista Agudat. Se trata del primer Gobierno en el que la mayoría de los ministros son sabras, es decir, nacidos en Israel.
Begin va a someter a una votación de confianza su programa de gobierno, cuando finalice la sesión parlamentaria iniciada ayer. El nuevo primer ministro afirmó que contaba con el apoyo de tres diputados del Movimiento Democrático para el Cambio, mientras este partido, centrista, ha manifestado que votará en contra del nuevo Gabinete.En su discurso ante los parlamentarios, Begin hizo un llamamiento a los árabes para que se ponga fin a los «odiosos derramamientos de sangre» que se han prodigado en las cuatro. guerras que han tenido como escenario el Oriente Próximo, y les pide que negocien con Israel una paz sincera y honrada.
La preocupación primordial de su Gobierno será evitar una nueva guerra, ha afirmado Begin.
Comentó que el nuevo Gobierno, integrado principalmente por el bloque Likud, de tendencia derechista, que preside el propio Begin, basará su política exterior en reforzar la amistad de Israel con Estados Unidos, dado que ambos países «comparten una genuina afinidad de intereses».
Begin ha instado al presidente de Egipto, Anuar el Sadat, al presidente de Siria, Hafez Assad y al rey Hussein de Jordania para que negocien con el en cualquiera de las capitales que elijan o en zona neutral, citando como ejemplo a Ginebra.
«Nuestra preocupación mayor es evitar una guerra nueva en el Oriente Próximo. Mucha sangre, demasiada -tanto judía como árabe- ha sido derramada, dijo Begin. Pongamos fin a estos odiosos derramamientos de sangre. Nosotros, sincera y honradamente nos sentaremos ante la mesa de negociaciones. Si este llamamiento es rechazado tomaremos nota de la intransigencia árabe. No será una novedad», ha dicho Begin.
Con anterioridad, el domingo, Begin se entrevistó durante dos horas con el embajador de Estados Unidos, Samuel Lewis, y declaró que viajará a Washington en la segunda quincena del mes de julio.
Por otro lado, también el domingo, Begin manifestó ante una concentración de 20.000 personas que congelaría los salarios, los impuestos y las ganancias empresariales por un espacio de uno o dos años. El primer ministro hizo esta promesa en un mitin de apoyo al Likud, cara a las próximas elecciones para los cargos de la Central Obrera.
Declaración de Hussein
El rey Hussein de Jordania ha manifestado ayer que una negativa por parte del nuevo Gobierno derechista de Israel de retirarse de los territorios árabes ocupados podría plantear una amenaza a la paz mundial.«Si esto sucede, el futuro se presenta peligroso para esta zona, y tal vez para todo el mundo. La oportunidad de lograr la paz se perdería y, obviamente, la única consecuencia sería un rápido empeoramiento de la situación, que llevaría a una confrontación en esta zona», declaró Hussein.
Por su parte, el ejército israelí inició ayer el ejercicio de movilización de los reservistas. La emisora nacional fue llamando a intervalos de media hora a las diferentes unidades por medio de lenguaje cifrado y con nombres como los de «cabello gris», «policía de seguridad», «obra útil», «chispa intensa».
