_
_
_
_

El caciquismo político desapareció a principios de siglo

La elección en Barcelona, en el lejano 1901, de la candidatura de los «cuatro presidentes» representó para la ciudad condal el fin definitivo del caciquismo político existente hasta aquel momento, así corrió el inicio de un período triunfante para el partido que entonces encarnaba el catalanismo político: la «Lliga Regionalista».

Desde aquella fecha, y desde un punto de vista historiográfico, no cabe la menor duda de que no existe caciquismo político en Barcelona, salvo escasos epicenómenos que curiosamente, se pueden dar en el marco de alguna «casa regional» que agrupa a inmigrantes procedentes de otras zonas de España.

Por lo que respecta a las zonas agrarias catalanas es de señalar que aquella fecha de 1901 no representó la sustitución del caciquismo de los partidos turnantes por la implantación de un partido conservador moderno, corno fue la «Lliga», sino que ésta se aprovechó -por lo menos hasta 1919- de la anterior estructura caciquil. No obstante, la ruptura radical y popular de 1901 marcó, pese a esta leve salvedad en el marco agrario, al conjunto de la política catalana.

Más información
Las autoridades provinciales prefieren el Centro
Decisiones administrativas contradictorias
Alianza Popular y el Centro se reparten los alcaldes
Las influencias aliancistas
AP ofrece puestos de trabajo

Circunstancias más inmediatas han hecho que, por otro lado, no sea posible en estas elecciones. la utilización, más o menos caciquil, de la mayoría de los alcaldes franquistas. En efecto, la única persona que contaba con un apoyo entusiasta entre los trescientos alcaldes de la provincia de Barcelona, ganada en base a una meritoria labor, era Juan Antonio Samaranch. Su efímero partido «Concordia Catalana», fue calificado en base a ello de «partido de los alcaldes franquistas». La desaparición de Samaranch de la escena política electoral implicó también la práctica desaparición del interés que podían tener numerosos alcaldes en beneficiar a la persona que contaba con sus preferencias personales.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_