El juego de los toros
Por orden de lidia: Hernández Pla. Cárdeno, trapío, bien armado. Remata en tablas. Recarga fijo primera vara y derriba. Tardea en la siguiente pero acude de lejos y recarga con fijeza. Otra al relance. Colocado de lejos tres veces más; no acude, pues tiende a ir a su querencia del burladero uno. En la muleta , corto y distraído. Esto queado en el siete, cruza la plaza y va a morir en toriles. Martín Berrocal, Muy bien presentado, castaño capirote y bociblanco, bien armado. No es de concurso. Manso. Baltasar Ibán. Negro, grandote, gordo y hondo, bien puesto, astillado al derecho. Acude de largo a la primera vara, recarga fijo, te tapan la salida. En la siguiente, de largo, alegre, cabecea. Escarba y tardea para la tercera, luego recarga y se sale de la suerte. Colocado nuevamente, escarba y no acude. Llega a la muleta apagado pero noble. Escarba y berrea continuamente. Martín Berrocal. Bien presentado, serio, bizco del izquierdo, astifino. Derrengado, se le devuelve al corral. Ruiseñada, sobrero, bien presentado, no entra en concurso. Cumple en varas. Poco picado, acaba con genio y se revuelve. La Laguna. Negro, gran trapío, enmorrilado, engaitado, cornicorto. Primera vara al relance, derriba. Sue na el estribo en la siguiente y suelto en dos más. Aquerenciado a tablas y he cho un marmolillo en el último tercio. Marcos Núñez. Cinqueño, castaño chorreao bragao, terciado, devuelto al corral. Albaserrada. Negro, cuajo, es caso de cabeza e inválido, es, ruidos mente protestado (sobrero, no entra en concurso).
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