Difícil negoción en la construcción de Bilbao
Serias dificultades están encontrando las negociaciones del nuevo convenio de la construcción entre empresarios y la comisión elegida por la asamblea de los trabajadores, dificultades que pueden llevar en los próximos días a una huelga del sector.
Tras la reciente paralización de las conversaciones por la condición previa impuesta por los empresarios de que las centrales sindicales avalasen la comisión negociadora de la parte social, ahora, la parte económica acaba de utilizar una nueva maniobra que se considera retardatoria: ofrecen a los trabajadores 20.000 pesetas de sueldo mensual en vez de las 28.000 que solicitan aquellos en su tabla de reivindicaciones que se negocia.Esta oferta no es en realidad tal, puesto que hoy un peón de la construcción, con la subida de 4.000 pesetas lograda en noviembre tras una prolongada huelga, viene a ganar las 20.000 pesetas. Entre los dirigentes de los trabajadores se tiene la impresión de que frente al interés de la pequeña y mediana empresa por elevar la oferta y arreglar cuanto antes el tema, los grandes empresarios -fundamentalmente Obrascón- tratan de dilatar las conversaciones y, aún enfrentándose a los empresarios menos fuertes, adoptan posturas de fuerza que pueden llevar a una huelga en el sector.
«En realidad -comentó a EL PAÍS un portavoz de la comisión negociadora- estas empresas grandes pretenden forzar una huelga para llevar así un saneamiento a fondo de las plantillas, a las que reducirían, despidiendo en muchos casos a los trabajadores que en caso de ser readmitidos perderían su antigüedad.»
Además de las 28.000 pesetas mínimas, los trabajadores de la construcción reivindican para su convenio, entre otras cosas, cuarenta horas de trabajo semanal, IRTP y Seguridad Social a cuenta de la empresa y una paga más.
A última hora de la tarde de ayer, la comisión negociadora de ambas partes continuaban discutiendo en torno a las condiciones del convenio. La parte social además de presentar los avales de credibilidad por parte de las centrales sindicales, llevaba consigo una protesta del sector hacia la oferta de la patronal, que les ha parecido «ridícula».
Hoy por la mañana se llevará a cabo una asamblea provincial en la que la comisión negociadora expondrá el estado de las negociaciones discutiéndose las nuevas ofertas -si las hubiera- y tratando de buscar una postura a adoptar -huelga o no- en caso de que las negociaciones sigan llevándose «al ralentí».
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