Comienza en Roma el proceso contra 78 presuntos conspiradores fascistas
Mañana comienza en esta capital el proceso contra 78 acusados de haber conspirado contra el Estado italiano entre diciembre de 1970 y mayo de 1975. Sólo siete se encuentran en la cárcel; de los otros, veintiséis se ignora el paradero. En España están detenidos Elio Massagrande, Pietro Benvenuto y Eliodoro Pomar. En el banquillo de los acusados, con los generales Ugo Ricci, Giuseppe Casero y Francesco Nardella, figurará en primera fila el general Vito Miceli, de 61 años, quien en esa época era jefe del Servicio de Informaciones de la Defensa (SID) y ahora es diputado neofascista del Movimiento Social.
El inspirador y condottiero que dio su nombre a la conspiración fue el príncipe romano Junio Valerio Borghese, que murió en España. Según los planes, Borghese tenía que haber leído una proclama al pueblo italiano por televisión después de haber sido ocupada ésta por una columna de 197 guardias forestales al mando del comandante Luciano Berti. La columna partió, en efecto, de Cittaducale, pero fue detenida a las puertas de Roma por una contraorden que abortó el golpe.Otro acusado de envergadura es el ingeniero nuclear Eliodoro Pomar, de 53 años, íntimo de Borghese, detenido ahora en Madrid. Pomar habría participado en el asalto al Ministerio del Interior y estaba encargado de envenenar los acueductos de ciudades importantes.
El punto más importante por aclarar en todo el proceso es la complicidad del SID. Extrañamente, el aparato judicial pudo ponerse en marcha sólo gracias a las declaraciones que hizo a dos agentes del SID, Remo Orlandini, un constructor romano lugarteniente de Borghese, hoy probablemente refugiado en Suiza o en España.
Dossier de Martín Villa
Con este proceso, el de la piazza Fontana de Milán, que se está celebrando en Catanzaro, y el todavía pendiente contra 119 afiliados a Orden Nuevo, se esperaenjuiciar a toda la derecha subersiva italiana que, a partir de 1968, instauró en el país la llamada «estrategia de la tensión», planteando uno de los problemas más delicados para la democracia. Se ha sabido, mientras tanto, que gracias al dossier que el ministro español Martín Villa entregó a su colega italiano Francesco Cossiga, la Magistratura de Florencia, que indaga sobre el asesinato del juez romano Orcossio, ha ordenado nuevos mandatos de captura contra Elio Massagrande, María Mascetti, amiga de Pomar, y Pietro Benvenuto.
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