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Campaña electoral para el Congreso y el Senado

Díaz Cardiel: "Queremos una ciudad para la democracia y no para la especulación"

Una parte importante de las palabras pronunciadas por los oradores en el mitin del PCE ayer en Vallecas, estuvieron dirigidas a los vecinos del barrio y a analizar los problemas que, desde hace años, afrontan las asociaciones de vecinos de la zona, en la que el Partido Comunista ha encontrado apoyo especial.

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Posiblemente, para el 80 % de las 60.000 personas que ayer asistieron al mitin del Partido Comunista de España en el campo de fútbol del Rayo Vallecano, éste fuera el primer acto de características similares al que asistía. Desde las seis de la tarde empezó a entrar gente en las gradas, y hacia las ocho, hora en que, con puntualidad taurina, hizo su entrada Santiago Carrillo, seguían las colas a las puertas del estadio y el servicio de megafonía instaba constantemente a los asistentes al mitin que se estrecharan al máximo.Vallecas es, tradicionalmente, una de las zonas en las que el Partido Comunista ha encontrado mayor eco a nivel obrero y vecinal. Las asociaciones de vecinos de la zona han contado entre sus miembros con una nutrida representación del partido. « La Rusia Pequeña», como Macario Barjas recordó que se llamaba el pueblo de Vallecas hace cuarenta años, estaba totalmente empapelada para este acto con carteles, panfletos y pegatinas. Quizá debido a esa tradición de la zona en la lucha por el movimiento ciudadano, las palabras de Víctor Díaz Cardiel estuvieron dirigidas a los vecinos de Vallecas, Palomeras, Pozo del Tío Raimundo, La Celsa, San Diego, que durante estos últimos años han mantenido una batalla constante por reivindicar un suelo urbano colonizado por los grandes propietarios «Hermanos Santos y Juntas Mixtas de Compensación», en palabras de Víctor Díaz Cardiel.

Cuando criticó poco después la política seguida desde el Ayuntamiento en los últimos años: «Arespacochagas y Arias Navarros son culpables de la situación en que se encuentran nuestros barrios», interpretó quizá el ambiente de malestar y crítica que rodeó la visita del alcalde de Madrid el pasado año a la zona, acompañado por el entonces ministro de Educación, señor Robles Piquer. Los aplausos a las palabras de Díaz Cardiel siguieron con el slogan más repetido a lo largo del mitin «Fraga, el pueblo no te traga».

Los slogans y consignas se repitieron a lo largo de las dos horas y media de mitin, con mayor o menor sonoridad, pero en ningún momento se alteró un orden vigilado por numerosísimos componentes del servicio interno que, en un momento, llegaron a decir a Mercedes Comabella, candidata para el Congreso de Diputados, que no se podía estar al lado de la tribuna de oradores sin acreditación. A lo largo de todo el campo, sobre la raya que delimita el terreno de juego, se formó un cordón humano que impidió a Ios espectadores bajar de las gradas para no pisar el césped, que tan sólo recorrieron miembros del Polisario con sus banderas, pioneros del comunismo en Vallecas. representantes de Comisiones Obreras y alevines de comunista con sus pequeñas banderas y gorras.

Ovación cuando entró Carrillo al campo, impecablemente vestido con un traje gris, camisa blanca y pañuelo al cuello; más aplausos cuando invitó a los padres Diez Alegría y De Llanos a sentarse junto a él; ovación enorme a Macario Barjas cuando terminó de atacar a los componentes de Alianza Popular (Carrillo continúa llamándola impopular), y una auténtica fiesta de consignas, slogans y cánticos durante los cinco minutos que duró el arreglo del sistema de megafonía.

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Había expectación por ver si la línea dialéctica de Santiago Carrillo daba oportunidad a calificarlo de moderado, y el señor Carrillo estuvo sumamente hábil, hubo leve división de opiniones cuando distinguió a Adolfo Suárez de Fraga, pero hubo aplausos cuando calificó a Centro Democrático como un partido con algunas «infiltraciones azules». Calaron, como era de esperar las alusiones del secretario general a los problemas vecinales más acuciantes de Vallecas, como antes habían calado las de Víctor Díaz Cardiel y Mercedes Comabella, profundo y conocedores de estos temas. Mercedes Comabella es miembro de la Asociación de Amas de Hogar de Tetuán.

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