Desacuerdo en las entrevistas Mondale-Vorster de Viena

El vicepresidente de Estados Unidos, Walter Mondale, llegó ayer a Belgrado procedente de Viena, donde concluyó la segunda jornada de entrevistas con el primer ministro de Suráfrica, John Baltasar Vorster, en el transcurso de las cuales se han producido discrepancias fundamentales sobre los problemas que afectan a Africa austral, especialmente en lo que se refiere a la segregación racial en Suráfrica. Mientras, en la Conferencia de las Naciones Unidas, que se celebra en Mozambique, Estados Unidos rechazó la implantación de un embargo a la venta de armas a Suráfrica y el bloqueo total a Rodesia.

Al finalizar sus conversaciones, Mondale y Vorster mantuvieron sendas conferencias de prensa por separado. El vicepresidente norteamericano manifestó que en las conversaciones con Vorster «hubo un fundamental y profundo desacuerdo» sobre la política de segregación racial del régimen de Pretoria y sobre la independencia de Namibia.Por su parte, Vorster, que prometió apoyar los esfuerzos angloamericanos para la implantación de un Gobierno de la mayoría en Rodesia, declaró que Suráfrica no era un «país multirracial, sino un Estado multinacional», y rechazó la modificación de la actual política de «desarrollo racial separado».

A pesar de estas discrepancias, Mondale advirtió a su interlocutor que Estados Unidos no acudiría en ayuda de Suráfrica para salvarla de las consecuencias de su política racial. Vorster consideró que había habido «ciertos progresos» en las conversaciones.

Mientras tanto, en Maputo, donde se celebra la Conferencia de las Naciones Unidas para la solidaridad con los pueblos de Zimbabwe (Rodesia) y Namibia el embajador norteamericano en la ONU, Andrew Young, rechazó ayer la propuesta presentada por los países del Tercer Mundo para implantar un bloqueo en la venta de armas a Suráfrica y el boicot total a Rodesia, incluidas las comunicaciones postales.

Young declaró que Estados Unidos no podía aceptar un acuerdo sobre tal resolución o sobre una declaración política que denuncie a los Gobiernos de minoría blanca en Rodesia y Suráfrica, ya que, «complicaría las negociaciones en curso».