La candidatura española, tema principal del Consejo de la CEE

España, Portugal y Grecia serán hoy los temas que reúnan en el castillo de Leeds, a sesenta kilómetros de Londres, a los ministros de Exteriores de los países de la Comunidad Económica Europea. Es la asamblea de ministros de la que podría salir la posición comunitaria con respecto a las peticiones de ingreso de Grecia y Portugal, y la ratificación de la aparente: disposición de los nueve a considerar favorablemente una eventual solicítud española.La atmósfera del castillo, rodeado del paisaje más bello de Inglaterra, va a estar ensombrecida por recientes acontecimientos, que no sólo afectan al propio tema de ¡a ampliación, sino que tiene que ver con la representatividad que los poderosos de la CEE le concedieron a los débiles comunitarios en la última cumbre económica de Londres. La situación a la que se relegó en aquella cumbre a Roy Jenkins, el presidente de la comisión de la CEE, ha indignado especialmente a los holandeses, que en la primera sesión de trabajo de la reunión informa¡ del castillo de Leeds podrían pedir explicaciones a los británicos, que fueron los anfitriones de Carter y del resto de los ricos del mundo occidental.

Owen, el ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido, tendrá que salvar los obstáculos que suponen los desacuerdos entre ricos comunitarios acerca de la ampliación de la CEE. Como presidente de la reunión del castillo de Leeds, el doctor Owen tratará de hacer valer la teoría de Londres, según la cual la apertura del Mercado Común a nuevos miembros puede resultar costosa económicamente, pero va a ser de gran beneficio político.

En ello coincide con los alemanes, que después de haber guardado un prudente silencio acerca de las distintas peticiones de ingreso, repiten el argumento político de Gran Bretaña y consideran que es esencial extender el espectro de la Comunidad para salvar las democracias que ellos quieren apoyar.

Las diferencias

Las diferencias que en ese terreno dividen a alemanes y franceses van a animar el clima del castillo durante el sábado y domingo, las 48 horas de la reunión. Para Francia, las consecuencias económicas de la integración española pueden ser graves y, al parecer, en esa teoría están de acuerdo las distintas fuerzas políticas que operan en el país vecino.

Lo que puede ocurrir, con respecto a los tres presuntos aspirantes a socios de pleno derecho de la CEE, es que los ministros de Exteriores de los nueve eviten una declaración formal sobre las solicitudes ya presentadas, sigan sin expresar claramente una agenda que conduzca al ingreso, pero comiencen a dar largas al asunto.

Esa podría ser una consecuencia de las desavenencias existentes, pero no de la posición británica, según se apresuran a aclarar en medios ingleses. La Comunidad, además, se enfrenta con la buena disposición de Grecia y Portugal, que aparte de presionar por separado para su entrada, ya han dicho que no tienen preferencias ni prisas y que incluso tolerarían que la España posterior al 15 de junio se les adelantara en el ingreso.

Si las desavenencias económico-políticas de la ampliación de la CEE se salvan en el castillo de Kent, la cuestión que los ministros de Exteriores de la CEE tratarán de solventar será la de quien, por fin, aparece como promotor principal de la extensión Gran Bretaña, a la que tanto costó entrar, no vería con malos ojos la adjudicación de ese papel.