Pesimismo sobre la supervivencia del Gobierno
Mientras Mario Soares pronunciaba un discurso ante el Consejo de Europa, en Estrasburgo, para intentar estimular un apoyo más decidido de los Gobiernos de Europa occidental, en Lisboa se manifestaban -una vez más- las previsiones más pesimistas en relación con las perspectivas de supervivencia de su Gobierno.Toda la prensa, y en particular los semanarios, comentan ahora las dificultades del primer ministro en convencer la propia dirección de su partido de que el discurso del presidente Ramalho Eanes del día 25 pasado no significaba un voto de desconfianza del jefe del Estado al actual Gobierno socialista. Hasta ahora no han sido desmentidas las noticias del Expresso, según las cuales, en la reunión del martes pasado del secretariado nacional del partido, dos grupos, minoritarios, habían abogado, uno, por una respuesta «dura» a la intervención de Eanes, poniendo el Gobierno en pleno a disposición del presidente, y el otro, por el inicio de trámites en vista a una apertura en dirección a los socialdemócratas.
Mario Soares parece haber, de momento, superado esta crisis. Esto fue por lo menos lo que afirmó a su salida hacia Estrasburgo, al confirmar la voluntad del PS en «gobernar sin alianzas, ni con los comunistas, ni con el PSD, ni con el CDS». El presidente de los socialdemócratas, Sa Carneiro, antes de salir hacia Estados Unidos hizo, por su parte, declaraciones que dejan claras las intenciones actuales de su formación: oposición reforzada frente al Gobierno y concordancia con las críticas del general Eanes a la ineficacia de la gestión socialista. No obstante, los sociodemócratas se muestran poco interesados en el ejercicio del poder.
Entretanto, el Gobierno ha registrado unos desaires, menores en verdad, pero que son sentidos como otros tantos pinchazos a su prestigio. Uno ha sido las decisiones de las autoridades francesas de estimular el regreso a su patria de 200.000 a 300.000 emigrantes extranjeros, de los cual es un frente contingente serán portugueses. Por otro lado, el Gobierno de Guinea Bissau, siguiendo los pasos del de Mozambique, acaba de decretar la expulsión de los guineanos que optaron por mantener la nacionalidad portuguesa después de la independencia.
Por otro lado, a pesar del mentís tajante de la embajada de Estados Unidos en Lisboa a las noticias sobre el fracaso de los trámites para la concesión, por un consorcio internacional, del famoso crédito de 1.500 millones de dólares (cien mil millones de pesetas) -objetivo primordial de la visita de Mario Soares a Estados Unidos-, persiste el malestar en cuanto a la veracidad del apoyo internacional de que el secretario general del PS hace gala en los medios occidentales.
Eanes delega parte de sus poderes
El presidente de Portugal, general Ramalho Eanes, ha delegado amplios poderes en su adjunto militar, para consagrar más tiempo a sus obligaciones como jefe de Estado.En un decreto aparecido ayer en el Boletín Oficial se dice que el nuevo jefe adjunto del Estado Mayor, general José Loureiro dos Santos, asumirá el control ejecutivo de las fuerzas armadas bajo el mando del comandante en jefe, general Eanes.
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