El "Ensemble 2E 2M", de Champigny

.En su segunda edición, los Días de Música Contemporánea, de RNE, presentan cinco conjuntos extranjeros, con programas en los que está representada la música actual española a través de obras de Mestres, Halffter, Barce, Villarojo, Larrauri, Rodríguez Picó y De Pablo.

Las dos primeras audiciones corrieron a cargo del Ensemble 2E 2M, de Champigny, que dirige habitualmente Mefano, y ahora también Alain Dubois. Ha sido éste, en su doble personalidad de compositor y director, quien ha venido al frente del grupo francés para ofrecer páginas de distinta estética y no menos diferente técnica.

En Cortege, el belga Bernard Foccroulle trata temas de Diego Ortiz y Cabezón, sin que la tranisfiguración de los mismos alcance resultados comparables a los que obtuviera Luis de Pablo al metamorfosear Victoria. Con las debidas connotaciones diferenciales, lo hecho por Foccroulle con los viejos músicos de España se ciñe, ideológicamente, a supuestos análogos a los de Respighi, Pizetti o Casella al enfrentarse con pentagramas pretéritos.

La Nawbah, de Mohammed Essyad, explota, desde el protagonismo violoncellístico, las características de esa forma árabe, también con mayor fidelidad a la raíz -y, por lo mismo, con menos libertad actualizadora- con que lo hicíera Tomás Marco. Alain Dubois dio dos versiones de sus Mouvements, conciliadores de una apertura a la page y un fondo de formación tradicional. Entre estas obras, las Ramificaciones, de Ligeti, nos avisaron sobre una contemporaneidad radical, nacida en la misma manera de sentir, el fenómeno sonoro y la expresión musical.

Más apretada de idea y estructura que otras páginas suyas, el Concertino, de José María Mestres Quadrny, es muestra clara de la madurez alcanzada por tan inquieto creador. Carlos Santos tuvo a su cargo la parte de piano solista, tratado en directo y a través de micrófonos de contacto, y la resolvió con la consumada maestría característica en él. El piano viene a situarse en el centro de una brillante constelación sonora.

Suficientemente conocido es el segundo cuarteto de Cristóbal Halffter, escrito en 1970 en homenaje a Beethoven y con alusiones a fragmentos canerísticos del músico de Bonn. Es sabido que se trata de meras referencias impostadas en el mensaje puramente halffteriano y no de puntos de partida que predeterminen la configuración del cuarteto. De tal modo están tratadas que suponen para el oyente una continuidad lógica y, al mismo tiempo, un elemento de sorpresa.

Los músicos de Champigny demostraron su familiaridad con los lenguajes contemporáneos a lo largo de una gama de posibilidades muy extensa.