Libertad de enseñanza
Hay algo sobre lo que se está escribiendo con raucha oscuridad en éste y otros periódicos y publicaciones, y que por el interés público debería tratarse con más honestidad.Ya es hora de que no tengamos que leer entre líneas, de que se nos hable con claridad meridiana, en castellano, catalán, gallego o cualquiera otra lengua nacional, pero que la entendarnos todos.
Me refiere, al tema de la enseñanza en niños de seis a doce años, asunto sobre el que ningún partido político hace declaraciones hon.radas, entre las dos posiciones que existen: «libertad de enseñanza» y «alternativa en la enseñanza».
La primera propugna, en líneas generales, por la libertad de enseñanza, partiendo de¡ derecho de los padres,a elegir el centro donde quieren que sus hijos sean educados y formados.
La segunda propugna por la igualdad de todos los centros de enseñanza y dentro de ellos, que los educadores ensenen según sus propias ideologías, libremente.
Obsérvese que hablando las dos libertades, la diferencia es abismal.
En el primer supuesto, el padre o tutor, una vez que conoce las directrices del centro, elige libremente, conociendo de antemano como va a ser educado su hijo, complementando así la formación que se le da en casa. Es esta una libertad natural de los padres que los propios anilinales efectúan con sus hijos, aunque sólo sea por instinto, enseñándoles a comer, andar y defenderse en la forma, que ellos saben, estén o no en pleno acierto.
En el segundo supuesto, la libertad dentro de tinas escuelas, todas iguales, y donde cada pedagógo enseñará al niño según su modode ver la sociedad, la política y la religión, no hará sino crear en la incipiente formación del niño, un engendro de contraposiciones que en la mayoría de los casos chocará incluso con la formación que se le de en su hogar.
Por ello consideramos que sería muy interesante que los partidos políticos (ya que la familia no estará representada en eso que van a llamarse Cortes Democráticas), nos dijeran cual de las dos tendencias van a incluir en su programa. Pero con claridad, sin subterfugios, y teniendo en cuenta que a los padres de familia lo que nos importa, es nuestro trabajo y nuestro hogar, donde tienen su cumbre nuestros hijos. El resto de la política, la tendremos que dejar en manos de los que dicen que nos van a representar, aunque una gran realidad y verdad es que en la mayoría de los casos nobuscan nada más que su madre.
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