Crisis interna por un problema de competencias
Los medios profesionales de la ingeniería industrial española están atravesando una crisis de entendimiento entre los grados superiores y técnicos, como consecuencia de un decreto de atribuciones que según todos los indicios puede ser aprobado en breve plazo por las Cortes españolas. Sin embargo, los ingenieros industriales consideran que este problema y el de la formación de técnicos españoles es mínimo en relación con el macroproblema industrial español, centrado en la dependencia tecnológica del extranjero y la colonización nuclear que sobre España se ejerce desde algunos países.
Dos problemas internos afectan al presente y al futuro profesional de los ingenieros superiores industriales y sobre todo a los ingenieros técnicos o de grado medio (unos 50.000 en toda España): las competencias y atribuciones y la preparación universitaria y técnica de los profesionales de este sector.Una parte de los ingenieros industriales de grado superior no están de acuerdo con el proyecto de ley de Atribuciones de los peritos industriales, que espera en las Cortes, para su aprobación. En una carta abierta dirigida a la opinión pública el presidente de¡ consejo general de Colegios de Ingenieros Industriales, Sebastián Carpi Vilar, ha manifestado que tal proyecto infringe la ley y que para su elaboración no han sido escuchados los ingenieros industriales. El proyecto faculta a los peritos o ingenieros técnicos industriales para la formulación y firma de proyectos, limitada a las instalaciones de industrias mecánicas, químicas o eléctricas cuya potencia no exceda de 250 caballos (HP), tensión de 15.000 voltios y una plantilla de cien personas.
Los ingenieros técnicos y peritos industriales estiman, por el contrario, que esta normativa es correcta y que está en la línea de la práctica que han mantenido dichos profesionales y que en nada limita la capacidad de acción de los ingenieros superiores. Para José María Alted Carrasco, presidente del Colegio Oficial de Peritos e Ingenieros Técnicos Industriales de Madrid, «esta campaña contra los peritos industriales proviene de un sector no muy numeroso (unos 2.000 ingenieros, de los 11.000 que existen en España), especialmente de los medios directivos, los cuales han tergiversado el problema».
Para el señor Alted los ingenieros superiores pretenden con esta campaña contra las atribuciones de los peritos eliminar cualquier competidor. Esta competencia (en proyectos de hasta 250 HP) no significa apenas nada si se compara con las posibilidades ilimitadas de desarrollo en su ejercicio de los ingenieros superiores.
Otro de los problemas con que se encuentran los ingenieros técnicos industriales, y que afecta también a todas las especialidades de ingeniería, es el de la formación adecuada de los técnicos. Precisamente, uno de estos días pasados, representantes de veinticinco escuelas universitarias de ingeniería técnica han estudiado este tema y han definido las actividades para las que deben prepararse los peritos. Entre estas actividades se encuentran las de plantear, asesorar y vigilar industrias, formular y redactar proyectos con eficacia jurídica y responsabilidad y desarrollar funciones docentes en centros estatales o privados. Para conseguir este fin se estima que cuatro cursos universitarios serían suficientes.
Estos problemas de la docencia industrial están en relación con los avances y transformaciones tecnológicas. «Debe irse -opina el presidente de] Colegio de Peritos Industriales de Madrid-, en beneficio del país, hacia. una reestructuración de la ingeniería industrial en su totalidad eliminando las distancias entre los ingenieros medios y los superiores, a fin de construir una ingeniería especializada que sea homologable a la del resto de los países del Mercado Común.
Estos problemas van a figurar en un puesto preponderante en el libro blanco de la ingeniería industrial que está preparando el Colegie, Oficial de Peritos de Madrid, cuyo presidente, el ya citado señor Alted, ha continuado hablando para EL PAIS sobre el estado actual de la industrialización en España desde la perspectiva de los profesionales del sector.
"En estos momentos -dice- España debe caminar hacia la creación de grandes complejos industriales. Pero esto no tendrá viabilidad si no se dispone paralelamente de unas industrias auxiliares de tipo medio que fabriquen sin someterse a los elevados costos que se derivarían de la producción de los mismos productos en los grandes complejos. Para la realización de este cometido partimos de una dificultad, si no insalvable, si la mayor por la que atraviesa la industria español a, y ante la que el resto de los problemas profesionales y de enseñanza y preparación de nuestros técnicos no tiene apenas sentido. Se trata de la falta de tecnología propia, lo que nos hace pagar en royalties por importación de tecnología unos 50.000 millones de :pesetas anuales. Esta dependencia tecnológica de las potencias extranjeras siempre es peligrosa en muchos aspectos para el país importador. Los técnicos españoles creemos que es fundamental el desarrollo de la tecnología propia.»
Energía nuclear
En el desarrollo industrial de la España actual existe un tema controvertido y poco popular: el de la energía nuclear, y concretamente el de las centrales nucleares; ¿cómo ve usted los aspectos de este problema?«El aprovechamiento de la energía nuclear es una necesidad imperiosa. Los peligros de la energía nuclear no son ni mayores ni menores que los de la utilización de otras energías (hidráulica, carbón, petróleo) cuando éstas comenzaron a utilizarse. El tiempo ha creado los medios para controlar y contrarrestar esos peligros. Para los peligros de la energía nuclear también existen correctivos y éstos tendrán que perfeccionarse porque la energía nuclear es la energía del presente y del futuro. Sin embargo, el problema concreto que tiene España de dependencia de alguna gran potencia en materia de desarrollo de la. energía nuclear limita las posibilidades de perfeccionamiento y aplicación de tal energía.
Dentro de esta gama de necesidades y algunas realizaciones industriales españolas, ¿pueden desempeñar algún papel en el desarrollo industrial de España los movimientos profesionales de técnicos?
Concretamente las funciones de la actuación de los técnicos de la industria deben. consistir en orientar y asesorar al Estado y a la sociedad entera sobre el empleo de las fuentes de energía y en general del uso común de todas las fuentes de energía naturales y elaboradas. Lo que en la práctica sucede es que esta comunicación entre los profesionales y el Estado es nula o escasa. En cuanto a la organización de los profesionales, los colegios debieran asumir también la función de defensa en el ámbito sindical, de otra manera el papel del profesional quedaría diluído en su sindicato y perdería su función profesional de asesorar a la sociedad de lo que el desarrollo industrial podría suponer para el mejoramiento del nivel de vida.
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