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Suárez explicará al país su participación en las elecciones

«Mi decisión sobre las elecciones está tomada, y ha sido tomada antes de este viaje», dijo Adolfo Suárez a los periodistas españoles. Sus palabras parecen confirmar definitivamente un plan electoral: presentarse como candidato independiente al Congreso por Madrid el 15 de junio. El presidente llega hoy a Nueva York, tras su visita a México.

La definición de la política española hacia Iberoamérica y la rueda de prensa celebrada ayer fueron los actos de mayor interés en la jornada mexicana del presidente.El señor Suárez convocó fuera de pro grama a los periodistas españoles por la noche, después de la recepción ofrecida en la embajada de España, y anunció que haría en breve plazo una declaración por televisión «para explicar al país los últimos acontecimientos y mi decisión en materia electoral». Alguien le preguntó los proyectos sobre, la campaña electoral y el señor Suárez aprovechó la ocasión para deslizar un rasgo de humor: «Si hay campaña electoral ... », empezó diciendo. A pesar de hallarnos en el exterior, en un viaje diplomático, es comprensible que las primeras preguntas se refirieran a la política 'interior española. Pero el presidente expuso también algunas de sus ideas sobre la política exterior: «Por obvias razones conocidas, la política exterior española ha sido durante muchos años una política a la defensiva. Hasta hace poco más de un año nuestra acción. diplomática no ha pasado al ataque.»

Esta declaración tiene importancia hecha aquí, en México. Según explicaba un influyente profesor de la Universidad Federal, Suárez ha venido a México para llegar a Estados Unidos después de haber confirmado su ruptura con el pasado: necesita ser ratificado por la oposición más pura y más dura a Franco, por el país que no hubiera admitido al representante de la herencia franquista.

«No voy a Estados Unidos a pedir nada», dijo el señor Suárez cuando se le apuntó la posibilidad de un nuevo crédito al Estado español.

El presidente del Gobierno estuvo simpático, rápido y bastan le ágil con los periodistas españoles. En algún momento dedicó un elogio a la profesión. Luego, el presidente volvió a uno de sus temas predilectos, sobre lo innecesario de los genios y las excelencias del hombre normal: «Yo no me siento protagonista. Hasta ahora mi mandato no ha sido escaso en dificultades. ¿Que cuál ha sido el momento peor? Yo le diría que ha habido bastantes momentos difíciles. Y algunos han sido peores de lo que ha trascendido. »

Hubo varias preguntas sobre el nombramiento de embajador de México en España y la polémica reacción suscitada por esa designación. Se preguntó al presidente Suárez si conocía la serie de protestas y artículos adversos que, en México y en Madrid, había producido el nombramiento del discutido ex presidente de la República Gustavo Díaz Ordaz. «Sólo puedo decir que el nuevo embajador de México en Madrid ha recibido el plácet del Gobierno español, y eso es lo que refleja nuestra actitud ante el tema. El señor Díaz Ordaz será recibido con todos los honores. »

Los. diplomáticos que acompañan al presidente español y a nuestro ministro de Asuntos Exteriores coinciden en señalar que no existen acuerdos concretos como resultado de este viaje. Ni en materia económica o comercial, ni en el campo de la cooperación tecnológica, ni en el sector petroquímico. Sí existe, al parecer, un conjunto de acuerdos sobre la actividad diplomática de las dos nuevas representaciones..

Al salir de su hotel, el señor Suárez recibió el homenaje de una camarera castiza, de edad mediana, simpática y jacarandosa: « ¡Ay, ay!, qué lindo es y cómo anda. Yo me lo comería no más.»

Más información en pág. 10

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