Exigen 350 millones de pesetas por la liberación de De Martino
Han pasado diez días desde que Guido de Martino, hijo del ex secretario del Partido Socialista, Francesco de Martino, fue secuestrado, y aunque varios grupos de derechas e izquierdas siguen atribuyéndose, y a la vez desmintiendo su responsabilidad en el hecho, las autoridades no disponen de una pista segura.
Se ha confirmado solamente que la familia, por medio de una llamada telefónica a los amigos de Guido, recibió durante los días de Pascua la petición de cinco millones y medio de dólares (350 millones de pesetas), como rescate. Antonino de Martino, hermano gemelo de Guido, declaró ayer a la prensa que «se está examinando dicha hipótesis como otra cualquiera de las que se han presentado» y que en su familia se vive «sólo del sueldo». Se dice también que la petición del rescate habría sido directamente hecha al Partido Socialista.En los ambientes del Partido Socialista se observa una prudencia rigurosa. «Las cosas siguen muy oscuras», declaró ayer el secretario socialista Bettino Craxi.
Aunque el partido no ha discutido todavía una actitud común, el miembro de la secretaría, señor Pandolfi declaró por su cuenta: «Son problemas gravísimos de carácter privado. Los partidos no pagan rescates. Además surgiría el problema del bloqueo de los fondos que la magistratura ha aplicado casi siempre, considerando el pago como complicidad.»
La prensa comienza a preguntarse si puede algún partido pagar un rescate a criminales. Si el partido paga, son los ciudadanos los que pagan, dado que los partidos están financiados por el Estado. Se recuerda que en 1974 las Brigadas Rojas exigieron la liberación de ocho presos del «Grupo Veintitrés de Octubre» a cámbio del juez Mario Sossi. El fiscal de la República, Francesco Coco, que se opuso, fue asesinado meses más tarde.
Mientras tanto «chacales» de la política o amigos de la fantasía y la publicidad siguen enviando mensajes o insinuando soluciones al drama. Así ha resultado falso el mensaje escrito que un niño encontró la semana pasada cerca de Pesaro, en la Italia central. Más de cincuenta grupos subversivos se han atribuido hasta ahora el secuestro.
A pesar de los desmentidos oficiales, la policía, los carabineros y los servicios secretos de seguridad siguen con atención la «pista local», es decir la posibilidad de que delincuentes comunes de Nápoles sean los autores.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.