La concesionaria de autopistas del Atlántico urge la renovación de las obras

Representantes de la empresa concesionaria de la autopista del Atlántico han declarado que esperan una urgente resolución del Ministerio de Obras Públicas para reanudar las obras paralizadas en el tramo Pontevedra-Rande, ya que tienen en la zona maquinaria por valor de quinientos millones de pesetas y han invertido otros setenta millones en los pasos tubulares que los vecinos rechazan.Según directivos de la empresa, Obras Públicas había autorizado la instalación de dieciséis pasos subterráneos de metal, que la población de Vilaboa (Pontevedra) desea sean sustituidos por pasos convencionales de hormigón, argumentando que resultarán peligrosos y degradantes, además de que las caballerías de los agricultores se niegan a utilizarlos. Posteriormente, a petición del acalde de Vilaboa y de algunos vecinos, se inició la instalación de doce «tubos» más con objeto de mantener una red de comunicación práctica mente eliminada por las obras.

En tanto los vecinos mantienen que autoridades sanitarias nacionales y provinciales consideran inadmisibles los pasos tubulares, los representantes de autopistas señalan que cuando la instalación haya terminado no existirán problemas y que «tubos» semejantes existen en varios países, sin que hayan provocado el menor problema. Señalan también en su favor la rápida instalación y la mejor adaptación al terreno.

"Siempre hemos considerado que hacer más pasos tubulares que los legalmente autorizados no podía ser malo, ya que viene a mejorar la comunicación de los vecinos.», han precisado.

La autopista de peaje en construcción, que unirá El Ferrol y Vigo-frontera portuguesa, está encontrando fuerte oposición. Acaba de publicarse un libro de varios autores, bajo el título «A Autopista do Atlántico, sistema de transporte e desenrolo galego», en el que se indica que el 70% de las tierras afectadas por la obra son de cultivo. Según los autores, nacionalistas gallegos, la autopista «viene a completar un esquema de penetración en Galicia perfectamente coherente, que pretende solamente dar salida a las materias primas de Galicia y completar con el eje Vigo-Ferrol el triángulo colonial iniciado con las vías de acceso a Galicia».