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Declaraciones de Suárez

Lo más importante para mí en este momento no es presentar o no mi candidatura, sino consolidar el sistema democrático en España, dice el presidente Adolfo Suárez en una entrevista al semanario alemán Der Spiegel.

Preguntado si va a presentar su candidatura a las elecciones el presidente Suárez, responde: «En principio, puedo decir que no me gustaría presentarme como candidato. Pero esto no descarta, naturalmente, el que yo anuncie cuál es la concepción política que más se acerque a mi modo de vivir y pensar.»

Spiegel. Para continuar en el cargo de jefe de Gobierno usted no necesita presentar su candidatura, ya que las actuales leyes prevén el que un jefe de Gobierno designado puede permanecer en su cargo durante cinco años.

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Suárez: Para mí está completamente claro que la tarea primordial del nuevo Parlamento es la reelaboración de una nueva Constitución. Y yo creo que en la nueva Constitución se reivindicará el derecho a nombrar jefe de Gobierno. Por tanto, mi preocupación más importante no es si yo presento o no mi candidatura en las elecciones, y tampoco si yo continúo siendo jefe de Gobierno. Lo único que para mí, en este momento, es importante y que me tiene ocupado por completo es el afianzamiento del sistema democrático, y este proceso no quedará cerrado con las próximas elecciones.

Preguntado sobre la actual crisis económica y, en el caso que él continuara de jefe de Gobierno después de las elecciones, qué medidas adoptaría para solucionarla, Suárez responde:

«Primeramente, quiero dejar claro que la crisis económica no parte de hace unos meses, sino que tiene sus raíces en los últimos años. Hay personas interesadas en dar la impresión de que la política de reformas democráticas es la culpable de que se haya producido este fenómeno. Quiero dejar en claro que esto no es así. Descartando esto, hay que reconocer que la economía española está pasando una crisis difícil y esto no sólo por los motivos ya conocidos, sino como consecuencia de la crisis energética que hoy nos plantea problemas por no haber adoptado a su debido tiempo medidas suficientes.»

«Partiendo del supuesto de que no me quedase de jefe de Gobierno, no veo sentido el adoptar hoy por adelantado medidas concretas que luego en cuatro o cinco meses tendrían que ser aprobadas por el nuevo Parlamento. En mi opinión, lo más urgente es la implantación de una reforma fiscal que distribuya más equitativamente las cargas que como está hoy.»

Sobre el dirigismo económico del Estado, Suárez dice más adelante que: «Desaparecerán muchas ataduras, pero que el Estado deberá intervenir más activa y fuertemente como empresa estatal en los sectores humanitarios. En un espacio de tiempo de unos tres años, la economía española seguirá en grandes líneas este curso con el apoyo de todos los partidos políticos, independientemente de cuál sea el partido que gobierne en ese momento. Pienso que el motivo principal de la política económica española debe ser en grandes líneas la reconstrueción de una economía de mercado al servicio de la sociedad en su totalidad y acentuando fuertemente la justicia social.»

A la pregunta de si considera imposible que el Ejército quisiera recuperar el poder en el caso de que los socialistas o comunistas ganaran las elecciones, responde:

«Esto es una elucubración. Las Fuerzas Armadas españolas no han tomado posiciones políticas y solamente están al servicio de la totalidad del pueblo español y del Rey y, naturalmente, servirán al Gobierno que sea elegido por el pueblo.»

Spiegel: ¿También en el caso de que fuera un Gobierno socialista-comunista, formado por los antiguos enemigos de la guerra civil?

Suárez: Si unas elecciones libres y garantizadas trajeran consigo un Gobierno socialista, las Fuerzas Armadas aceptarían sin duda alguna la voluntad del pueblo.

Spiegel: ¿Consideraría usted fracasada su política de reformas en el caso de que Alianza Popular, dirigida por el ex ministro de Franco Fraga Iribarne, ganara las elecciones?

Suárez: No veo el modo de aue puedan fracasar las reformas políticas, sea quien sea el grupo político que gane las elecciones. Mi opinion personal es que la Constitución deberá garantizar en cualquier caso los derechos de las minorías parlamentarias existentes. Para que exista una constitución con la cual se puedan identificar todos los españoles, hay que prestar especial atención a todos los grupos que estén dentro de ese Parlamento.

Spiegel: ¿Quién es el padre espiritual de la Reforma, el Rey o usted?

Suárez: Es el pueblo español, que se ha identificado completamente con el Rey, el cual, en su discurso de entronización dirigido al pueblo, dio a entender completa y claramente que la Monarquía deseaba unir a todos los españoles. Por tanto, fue la Corona con su esfuerzo de integrar a todos los españoles la que hizo posible y puso en marcha este proceso.

A la pregunta de si un Gobierno de la reforma democrática puede confiar plenamente en una policía que sirvió a la dictadura, responde:

«La policía se esfuerza en seguir en cada momento las leyes actuales y cuando se produce en la calle una demostración violenta tiene, naturalmente, que disolverla al igual que en el resto del mundo. Usted comprenderá que una situación como es actualmente la española es muy difícil actuar equilibradamente para satisfacer todos los puntos de vista. Vivimos aún una realidad social que se diferencia enormemente de la realidad jurídica. La realidad social es democrática, pero aún no está aeompañada por una correspondiente realidad jurídica.»

Spiegel: ¿Cambiará o desmantelará usted el aparato policial del antiguo régimen?

Suárez: De ninguna manera. Pienso más bien en un acoplamiento de las fuerzas de seguridad a una nueva realidad política y social.

Spiegel: Según Sánchez Covisa, los Guerrilleros de Cristo Rey tienen buenas relaciones con parte de la policía.

Suárez: El sabrá por qué dice eso; sin embargo los hechos demuestran que la policía española y las fuerzas de seguridad se mantienen al margen de todo partidismo político. Poseen una profesionalidad y una eficiencia de la que no se puede poner en tela de juicio Y son, sobre todo, servidores del Estado y de los Gobiernos legítimamente constituidos.

A la pregunta de Spiegel sobre si, en el futuro, España contará con una estructura federal, el presidente responde que «hay otras muchas posibilidades. Necesitamos una organización estatal que se acomode a nuestros problemas. Muchas regiones españolas tienen un carácter marcadamente particular, pero otras muchas no. Las oportunidades deben ser iguales para todas».

Spiegel: Cuando el Rey le nombró primer ministro nadie esperaba que precisamente un antiguo ministro del Movimiento Nacional fuera el encargado de abrir el camino democrático. ¿Se equivocaron con usted o es que usted ha cambiado?

Suárez: Creo que todas las personas cambian. Para mí está completamente claro de que mi nombramiento despertó gran asombro. Pero si se estudia cuidadosamente mis antiguas declaraciones y actividades políticas se verá claramente, sobre todo para aquellos que me conocen, mi intención de devolver al pueblo la dirección política del país. Tengo que reconocer que el pueblo nos ha acompañado y estimulado en nuestra tarea. Comenzamos las reformas dentro de un marco de leyes ya constituídas, no solamente porque esto sea una elemental cautela política, sino también porque solamente así nadie se podrá sentir descartado en España en la colaboración para la construcción de la democracia. Además los movimientos pendulares nos han proporcionado tristes experiencias en el pasado político

Spiegel: El reconocimiento con las mismas siglas de dos partidos cialistas, ¿quiere decir que el Gobierno ha tratado de dividir para así vencerles mejor?

Suárez: En absoluto. Para mí es una satisfacción que se uniera la familia socialista española. Le aseguro, como se lo he dicho a ellos mismos, que el Gobierno no tiene la más mínima intención de decidir los partidos, sino más bien que hemos intentado, dentro de nuestras probabilidades, corregir la actual situación. Por lo que respecta a la aprobación del PSOE histórico a través del Ministerio de Gobernación, está aún bajo control de la justicia y en el caso necesario serán los tribunales los que tomaran la última decisión.

En cuanto a la legalización del PC español, dice el presidente: «Conozco los estatutos presentados por el PC y yo personalmente los encuentro aceptables. Por puesto, no se puede emitir un juicio sobre las pretensiones del Partido Comunista. El PC debe demostrar su actitud democrática con realidades, hechos y conducta.» «En el futuro del país deben cooperar todas las fuerzas políticas cuya actitud demuestre que quieren tomar parte en la creación de un Estado fuerte y sólidamente democrático, independientemente de su ideología política. » 4 abril

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