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Entrevista:

Manuel de Irujo: "En el exilio he servido a mi país todo lo que he podido"

EL PAIS; ¿Qué siente ahora que vuelve después de 38 años de exilio?Irujo: Una gran emoción.

EL PAIS: Desde que salió de Euzkadi hasta ahora, ¿qué ha hecho?

Irujo. Mire usted, un exiliado, oficialmente, hace el ridículo en todas las partes del mundo. Yo he cumplido con ese deber, humano, de hacer el ridículo con la maleta hecha durante cuarenta años. También le diré que, prácticamente, he servido a mi país todo lo que he podido, hasta donde he podido y allí donde he llegado: en Francia, Inglaterra, en América del Norte y del Sur. En relaciones públicas, en libros, artículos, en calor, en solidaridad y en vinculaciones con todo el mundo que quiere la paz fundada en libertad y democracia.

EL PAIS: ¿Qué conoce usted del Euzkadi de ahora?

Irujo: Pues Poco más de lo que dicen los periódicos. Claro es que he pedido informaciones a todos los que andan en gestión de los asuntos públicos, fundamentalmente del Partido Nacionalista Vasco, al que pertenezco. Tengo la impresión de que los cuarenta años de dictadura han dejado bastante confusión, pero tengo asimismo, no sólo la impresión, sino la certeza de que el Partido Nacionalista Vasco, que representa para el país una garantía de equilibrio y de ponderación, está recobrando sus posiciones y podrá cumplir con su deber haciendo que se salga de este momento constituyente en condiciones de poder establecer un diálogo constructivo, representando al país auténticamente y logrando un régimen de autonomía, sin el cual es imposible que se viva en la paz.

Digo lo propio de algo que hay pendiente. Algo que ha prometido el Gobierno, algo que el Gobierno no ha cumplido. Tal vez ha cumplido teóricamente. Tal vez, entre los entresijos de esas órdenes y esas disposiciones y sus aplicaciones respectivas esté la amnistía. Tal vez. Pero una de las frases de Suárez, que «para Aberri Eguna todos los presos políticos vascos estarán en la calle», hubiera sido un acto de gobierno, tan grande como el que hubiera podido decir: todos nuestros partidos políticos, cualesquiera que sean, aunque sean comunistas, y yo no soy comunista, podrán organizarse dentro de la ley. Todo lo que no sea eso, es otorgar una patente, en el primer caso, a la violencia, porque frente la violencia institucional surge la violencia de la calle.

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Por eso nos encontramos hoy en esta situación y algunos dicen: ¿Cómo ir a las elecciones con presos en la cárcel? iNo vamos a las elecciones! Eso es una, cosa corriente que no sé hasta dónde nos va a obligar.

EL PAIS: ¿Qué opina usted del problema vasco en el marco europeo?

Irujo: Mire usted, Europa es muy difícil, pero Europa se está haciendo. Cuando José Antonio de Aguirre fue a La Haya, a la primera reunión del Movimiento Europeo, en virtud de la cual se creó el Consejo de Europa y el Mercado Común, en aquel entonces él iba por la Europa de los pueblos y se encontró con que en La Haya le dijeron: «No, no, la Europa de los Estados, que es lo que está hecho.» Ahora, una vez hecha la Europa de los Estados, y una vez establecido el sufragio universal, será lo que quieran los pueblos. El da que en Euzkadi Norte y Sur haya sufragio universal en un Parlamento Europeo, qué duda cabe que incluso si tenemos pasaporte de distinto color nos daremos la mano sin pedirle permiso al gobernador civil de Donostia (San Sebastián), o Iruña (Pamplona), o al prefecto de Pau. En definitiva, vamos dando pasos hacia la unificación, porque el mundo va además a eso.

EL PAIS: ¿Qué le parece la diversidad de fuerzas políticas vascas que hay ahora?

Irujo: Una locura. Yo ni me las sé, y quedo muy mal cuando me hablan de todo ese alfabeto conjugado en forma de tres, cuatro o cinco letras. Además, no se contentan con hacer un grupo, sino que se funden tres o cuatro grupos y esos mismos se vuelven a fundir en una nueva serie, un nuevo anagrama, y otra nueva denominación. Siempre que suceden años de dictadura como los que ha sufrido el País Vasco, cuarenta años, la salida tiene una reacción de esta naturaleza. Siempre, en todas partes. Nosotros no, somos la excepción. Todo esto buscará su equilibrio, y lo hará a través de las primeras o siguientes elecciones.

Ahora hay cuatro o cinco partidos socialistas vascos. ¿Qué diferencia sustancial hay en cada uno de ellos? A mí me costaría mucho trabajo decírselo a usted, porque si se les pregunta por la autonomía, la reintegración foral, la ikurriña, todos están de acuerdo.

EL PAIS: ¿Por qué ha venido usted ahora y no lo ha hecho antes?

Irujo: Porque ahora me lo ha pedido el partido y antes no me lo pidió.

EL PAIS: ¿Qué papel va a jugar usted dentro del Partido Nacionalista Vasco?

Irujo: Papel de primera, ninguno. A los 85 años que tengo no hay derecho a reclamar puestos de mando y se debe tener la responsabilidad suficiente para procurar que no se los den a uno. Cuando se tiene buena voluntad, salud suficiente y flexibilidad intelectual para poder prestar una colaboración, esa colaboración se presta y yo lo hago muy gustoso. Pero en la inteligencia de que no voy a tener bastón de mando ni voy a hacer sombra a nadie que deba mandar por su edad, sus méritos, sus condiciones y la conveniencia del país.

EL PAIS: ¿Qué le parece el proceso político que se ha seguido en España después de la muerte de Franco?

Irujo: Realmente algo sorprendente, ya que una de las cosas más difíciles es que una dictadura deje de ser dictadura por su propia voluntad, por su propia gestión. Suárez es una cría de dictadura y está acabando con el franquismo. Tiene sus ambigüedades y limitaciones. El hecho de que se reúna un partido que es ilegal cuando se reúne, que no es legal hasta después de mañana, pero se reunió anteayer y la policía da protección a la reunión de un partido ilegal, es una cosa inconcebible, pero es la realidad. Y, claro, cuando se dan realidades de esa naturaleza, me dirá usted: ¿Cómo es posible que en un país que aspira a demócrata se mantenga el artilugio del Movimiento con todas sus derivaciones, presupuestos y maneras de influir? Pues está. ¿Pero por qué está, qué pinta? Pues, sin duda, debe pintar algo, porque está. ¿Va a estar mucho tiempo? Yo supongo que no, me parece muy difícil que subsista el Movimiento y haya unas Cortes elegidas democráticamente. ¿Por qué la policía hasta ahora no ha encontrado a los guerrilleros de Cristo Rey y a los hombres de derecha que matan, atacan y causan la violencia que todos sabemos? Les faltaban ojos y voluntad súficientes. Van encontrando esos ojos y esas voluntades. Yo deseo que las encuentren. Deseo que sea verdad tanta belleza, pero no puedo por menos que darme cuenta de las circunstancias anómalas qué eso hace vivir al país. Y eso lo ve todo el mundo, lo escribe todo el mundo y lo comenta todo el mundo.

Yo estoy firmemente convencido de la buena voluntad que tiene Suárez de quedar bien y de llevar adelante su propio programa. Pero no dejo de reconocer que las fórmulas que emplea tienen el inconveniente de esas subsistencias a medias, de la dictadura que pasó y de la democracia que viene, sin que se sepa hasta dónde la democracia se convierte en dictadura y la dictadura en democracia.

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